La Paz, Baja California Sur (BCS). El presidente del Consejo de la Cuenca de Baja California Sur, Lorenzo Castañeda del Pozo, declaró que uno de los acuíferos más deteriorados de la entidad es el de La Paz, por lo que necesita urgentemente que se construyan obras de captación o retención de agua de lluvia.
“La ciudad de La Paz necesita una obra grande de captación, no traer agua desde El Carrizal, que es una solución práctica, rápida, necesitamos obras de hacerle presas para poder tener agua […] El acuífero de La Paz es el más deteriorado de todo el estado y es donde vive la tercera parte de la población, tenemos que buscar cuál es la alternativa para darle vigencia y supervivencia a esta ciudad”.
Al año, destacó Castañeda del Pozo, llueve 300 millones de metros cúbicos en el acuífero de La Paz; de éstos, se pierde el 90 % de la precipitación pluvial, principalmente, por la falta de presas o de obras que ayuden a captar o retener el agua.
“Yo creo que más bien es obras de retención para poder infiltrar los acuíferos. En el acuífero de La Paz, llueven 300 millones de metros cúbicos al año, y tiene una capacidad de 29 millones de metros cúbicos nada más; entonces, si se dan cuenta, llueve 10 veces más de lo que tenemos de agua disponible”.
En ese sentido, agregó: “Tenemos que hacer obras de retención, obras en el arroyo de Los Pozos, en el arroyo de La Palma y en el arroyo de la bajada del molino, que queda en el área del acuífero de El Carrizal”. Con este tipo de obras se podrían “almacenar aproximadamente unos 20 millones de metros cúbicos, sería darle la garantía de que el acuífero de La Paz seguiría viviendo”, dijo.
“Necesitamos hacerle obras a fuerza para retener agua dulce […] Es todo un sistema, obras de retención, obras de infiltración, presas, o, en la presa grande poner una planta potabilizadora y así no usas el agua subterránea”, explicó.
El presidente del Consejo de la Cuenca en BCS destacó que todas las presas que actualmente existen en el estado, todas funcionan, pero ninguna, a excepción de la que se está construyendo en Los Cabos, sirven para almacenar agua.
“Las presas que hay en el estado funcionan, tienen funciones diferentes, no son presas de almacenamiento; la presa de La buena mujer es de contención de avenidas, se llena y va sacando el agua de forma gradual; la presa del Guajil es de forma similar; la presa Alberto Alvarado, esa sí es una presa de almacenamiento, pero tiene su desfogue cada ciclo de lluvia; la presa de Santa Inés, en Todos Santos, también es de contención de avenidas; no así la de La Palma, la que se está construyendo en Los Cabos, esa sí es de almacenamiento porque va almacenar 14 millones de metros cúbicos, pero le van a poner una potabilizadora para darle agua al corredor”.
Minería en BCS podría causar la pérdida de más de la mitad de las reservas de agua
En otro tema, Castañeda del Pozo habló de la situación y la posible afectación que tendrían la entrada de la minería en el estado, donde dijo que ésta podría causar la contaminación de los acuíferos de Todos Santos, El Carrizal, Santiago y se perdería más de la mitad de las reservas de agua.
“Las minas son, de por sí, contaminantes, deterioran el medio ambiente; para nosotros es muy problemática en la zona de la Sierra La Laguna, porque es nuestra principal fuente de abastecimiento, si contaminamos el agua de la Sierra de La Laguna vamos a tener contaminado el acuífero de Todos Santos, el acuífero de El Carrizal, el acuífero del lado de Santiago también, perderíamos más de la mitad de nuestras reservas de agua en un momento dado. Hay que tener mucho cuidado con lo que se está haciendo”.
Por último, el dirigente del Consejo de la Cuenca agregó que la combinación de la minería y sus desechos más los fenómenos meteorológicos que hay cada temporada de huracanes en la entidad, podría provocar también grandes problemas, filtrando los productos químicos a los arroyos, llevando a que en cierto tiempo se tenga que recurrir al uso de las plantas desaladoras.
“Nosotros tenemos tormentas tropicales, eventos hidro-meteorológicos muy grandes, y en los terrenos o zonas áridas donde van a tirar el producto del descapote o el producto sobrante de la minería, si tenemos unas grandes precipitaciones van a sufrir algún daño posiblemente, y nos podrían correr esas grandes cantidades de productos químicos a través de los arroyos y producirían una serie de problemas, que a largo plazo, tendríamos que irnos a poder vivir con puras plantas desaladoras, la cual tiene una vida útil de 10 años y hay que renovarlas. Es un costo altísimo”.
