La Paz, Baja California Sur (BCS). Durante un poco más de 32 años, la Bahía de La Paz ha contado con un pequeño islote formado por material de dragado, ubicado frente a Marina Fonatur y el cual tiene una extensión de 4.04 hectáreas; pero, además de que es prácticamente un lugar desconocido para gran parte de la población, este lugar es un importante sitio de anidación de 9 especies de aves acuáticas, incluso, en peligro de extensión, platicó para BCS Noticias, Eduardo Palacios Castro, investigador del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) Unidad La Paz. Su nombre, ‘Afegua’.
“El islote de material de dragado ubicado en el canal de acceso a la Marina Singlar de Fonatur en la ensenada de La Paz, Baja California Sur, es el sitio más importante para la anidación de aves acuáticas de la Bahía de La Paz. Desde 1985, en este islote anidan especies de aves que son prioritarias en los planes de conservación de aves acuáticas en México y Estados Unidos. En total hoy anidan 9 especies de aves en este islote”, dijo el investigador que pertenece al área de Biología de la Conservación del CICESE.
En datos proporcionados por el experto en el tema, el sitio está a 1,300 metros de El Conchalito y fue formado por diversos materiales que se dragaron entre 1982 y 1983 para hacer el canal de navegación a las marinas; con los años se fue erosionando, pero volvió a ser reconstruido, quedando en la actualidad de 279 por 145 metros cuadrados.
“El islote se ubica en la parte oriental de la ensenada de La Paz a 1,300 metros de El Conchalito, está conformado por arena y concha, productos del depósito del dragado de la dársena de la marina de Fidepaz y el canal de acceso en los años de 1982 a 1983”.
“En el 2005 se colocó de nuevo material de dragado por la rehabilitación y mantenimiento del canal de acceso y dársena de la marina, en la actualidad tiene una forma oval con un largo de 279 metros, dirección noroeste-sureste, y 145 metros, dirección noreste-suroeste, en su parte más ancha; es decir, 40,455 metros cuadrados ó 4.04 hectáreas. La vegetación está compuesta por quelite (Amaranthus palmeri o A. watsonii), y en el borde algunos ejemplares de mangle blanco (Avicennia germinans)”.
Palacios Castro contó cómo se formó el islote ‘Afegua’, que, en sus orígenes, eran varios y de diversos tamaños, pero con el paso del tiempo fueron desapareciendo hasta quedar uno solo. Él, en 1983, desconocía la existencia de este lugar, y aún más, que en éste anidaran aves. Por un trabajo que le pidieron realizar mientras hacía su servicio social, le tocó ir con unos pescadores y ellos – quienes ya la conocían – le hablaron de ella.
“En 1982, 1983, se hizo el terraplén, la Marina Sur y la Marina Fidepaz; entonces, para tener acceso a esa marina se dragó un canal, y aparte, se dragó para hacer todo el relleno que está ahí para ganarle terreno al mar, donde está el Grand Plaza. Cuando se hizo el canal, el material de dragado se depositó ahí a un lado, antes eran como 5 ó 7 islotes, se fueron erosionando y taparon el canal; hace como 2 años lo volvieron a dragar y quedó uno solo, lo cual está muy bien”.
“En el 83 que hicieron ese islote, 2 de los islotes fueron ocupados por aves marinas para anidar ahí […] yo estaba haciendo en esos años mi servicio social en el Museo de Zoología de la UABCS, soy egresado de Biología Marina. Mi trabajo era preparar especímenes, pieles de aves, para la colección de museo […], se acabaron las aves y me mandaron a colectar a mí, con un rifle de balillas; andábamos en la panga y unos pescadores nos dijeron de las Malvinas, así le llamaban ellos, yo no sabía que existían esas islitas.
“Entonces, Édgar Amador, del CIBNOR (Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste), y yo, fuimos a verla, y ya vimos un ave que estaba amenazada la que estaba anidando ahí, había pollos y huevos. Empezaron en el 84, pero hasta el 85 nos enteramos, es decir, un año antes ya habían anidado. Colonizaron, o sea, no había aquí en la ensenada de La Paz esa especie”, relató.
Una vez que conocía el lugar, el entonces recién egresado de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) cambió su residencia a otras ciudades. Hace unos 10 años regresó a La Paz, volvió al islote a monitorear a las aves y se dio cuenta de que ya no era una sola especie, sino 9 las que habitaban el lugar.
“Hice mi tesis de licenciatura del 85 al 87, en el 88 me fui a Ensenada y a Estados Unidos. Regresé hace como 10 años y volví a monitorear, y ya ahora no nada más una especie, sino que hay 9 especie de aves, algunas están en peligro de extinción, y el gallito marino de California, que sigue anidando ahí”.
Dentro de esas 9 especies, 3 están protegidas por la Norma Oficial Mexicana (NOM-SEMARNAT-059, informó el investigador, pues éstas tienen el estatus de protección especial o en peligro en extinción.
“Tres especies están en la lista de especies legalmente protegidas en México por la NOM-SEMARNAT-059: el ostrero americano (Haematopus palliatus frazari), en peligro de extinción; la gaviota de patas amarillas (Larus livens), bajo protección especial; y el gallito marino menor (Sternula antillarum), en protección especial”.
Muy pocas personas saben que ese lugar es un sitio de anidación para aves acuáticas, y aunque no existe una dependencia oficial que se encargue de la conservación del islote, ha logrado mantenerse y crecer su población. El estar apartado del contacto humano, los pocos o nulos disturbios de personas o embarcaciones ha permitido que más especies lleguen a buscar anidar y criar a sus pollos.
“La temporada reproductora es de abril a julio y es recomendable evitar el disturbio humano en el islote de anidación para evitar la depredación de sus huevos y pollos por las gaviotas y cuervos, y también para evitar la interrupción de la incubación y cuidado de los pollos. Para anidar, todas estas especies prefieren sitios con poca o nula vegetación que les permite camuflajear sus nidos, huevos y pollos, y que sean abiertos para poder detectar a sus depredadores.
“Para que este islote continúe funcionando como hábitat de anidación óptimo, se recomienda mantener el sitio con nada o muy poca vegetación y que sea menor a 30 centímetros de altura. Esto permitirá que las aves tengan buena visibilidad y que los pollos puedan encontrar sombra y protegerse de los depredadores. Las labores de manejo activo en el islote se deberán hacer fuera de la temporada reproductora para evitar el disturbio humano que afecta a su proceso reproductivo”, explicó Palacios Castro.
A pesar de su pequeñez, la población en algunas especies ha superado la que tiene la isla Espíritu Santo, dijo el investigador. En unos casos, sólo hay pocas debido al comportamiento territorial; pero, en otros, se pueden ver hasta 100 parejas anidando gran cantidad de huevos.
“Es muy variable, pero hay poblaciones que son más grandes que las que anidan en la isla Espíritu Santo, para darte una idea, en ese pequeño islote; por ejemplo, del gallito marino Caspia, anidan en promedio 100 parejas […] hay otras especies que son muy territoriales y sólo hay 4 parejas en todo el islote; el rayador, como 50 parejas anidan de éste […] son de las más representativas, pero hay 9, inclusive, hay un pato que anida ahí, debajo de un arbusto y pone más de 30 huevos en un nido”.
Finalmente, el titular del CICESE La Paz comentó que muy pocas personas saben de este lugar, pero sugirió que podría ser aprovechado para hacer investigaciones, para educación ambiental en las escuelas y la población en general; asimismo, los prestadores de servicios podrían incluir en sus paquetes el avistamiento de aves, pero sin tocar tierra para no afectarlas.
“Sí, yo creo que sí, es una oportunidad para sensibilizar al público en general, para hacer educación ambiental, para hacer investigación, para hacer monitoreo; y, también, para hacer avistamientos, por ejemplo, los que prestan servicios turísticos para avistamiento del tiburón ballena, bien podrían hacer otro producto turístico el llevar a ver aves, porque son 9 especies anidando y sus pollos; acercarse, no bajarse porque se causan disturbios, pero desde la panga no hay ningún problema y es muy seguro para navegar”.
