La Paz, Baja California Sur (BCS). El productor visual paceño Víctor Cerecer Cota expuso en campus Chicago de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) la obra “MXCH”, una serie de dibujos a lápiz y prismacolor donde incluye elementos característicos de Ciudad de México en paisajes típicos de la también conocida como Second City.
En MXCH, abreviatura de la contracción México-Chicago, Cerecer Cota busca fusionar ambas culturas para mostrar “la nostalgia que sienten los mexicanos al vivir en Chicago”.
«Los mexicanos le dan color y vida a Chicago, pues habitan mas de dos millones aquí [Chicago]”, comenta el productor, “ y yo trato de hacer composiciones estéticas con íconos-símbolos de Chicago y México”.
Víctor opina que “una obra debe tener cierta carga estética, un concepto, aparte de armonía y ritmo en la composición, al igual que un buen manejo de la técnica empleada”, pero hace una separación entre el artista y el productor visual, colocándose él mismo en la segunda categoría.
“Pienso que ahora está de moda ser ‘artista’, cualquier persona que pinta o dibuja bien y que sólo hace piezas de valor estético se adjudica ese calificativo, cuando lo único que persiguen es ese reconocimiento porque dominan una técnica. Se olvidan del concepto, del impacto, de la originalidad e innovación y tienden a caer en la pretensión».
«Yo pienso que el arte va mas allá de una simple experiencia estética, el arte tiene que despertar en el espectador cierto asombro y reflexión, de forma objetiva o subjetiva, mientras que el productor visual tiene que ser racional y no sólo dominar la técnica sino estar en la realidad y actualizado de lo que sucede en nuestro entorno para saber comunicar su discurso de la mejor forma. Los que se dedican a las artes no necesariamente somos artistas, ya no estamos en el Renacimiento, más bien somos productores visuales que debemos de defender un discurso coherente entre el concepto, la técnica y la composición”.
Víctor Cerecer nació en La Paz y desde pequeño eligió el camino de la plástica. A través del contacto con familiares hábiles imaginando a lápiz y observando constantemente los cuadros de Oralia Lugo, descubrió hacia dónde enfocaría su vena creativa y encontró influencia en Miguel Ángel Buonarroti, Michelangelo Merisi da Caravaggio, John Everett Millais, Andy Warhol, Claudio Bravo, Jeff Koons y Ron Mueck. Hasta hoy, ha expuesto en La Paz, Monterrey, dos veces en Chicago y una vez en Berlín.
