La Paz, Baja California Sur (BCS). La Secretaría de Pesca de Baja California Sur sostuvo una reunión con la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca), y en la que estuvo presente el Instituto Nacional de Pesca (Inapesca), para buscar una solución al conflicto entre dueños de embarcaciones sardineras y pescadores ribereños de puerto San Carlos.
La confrontación entre ambos grupos ha generado tal fricción que la semana pasada, miembros de la Cooperativa San Carlos crearon el grupo “Rescatando la Bahía” y confrontaron a tripulantes de embarcaciones que por las enormes redes arrastran diferentes especies marinas entre sus redes.
El representante de la Secretaría de Pesca y Acuacultura, Fernando García Romero, comentó una de las propuestas: modificar Norma Oficial Mexicana (NOM) de sardina para regular el número de navíos dentro de Bahía Magdalena.
Este 14 de agosto, las cooperativas se reunirán con las autoridades pesqueras para dar a conocer la opinión técnica del organismo científico de la Conapesca: el Inapesca. García Romero prefirió no adelantar los puntos que presentarán a los productores marítimos.
Son 18 barcos que explotan la pesquería de sardina, y sólo seis son de la entidad; sin embargo, los pescadores ribereños acusan a las empresas foráneas de llevarse variedades de escama o jaiba, mismas que son aprovechadas por ellos y a la que no tiene autorización los forasteros de Sonora, Sinaloa y Baja California, lo que les significa una competencia desleal.
El funcionario estatal comprende la complejidad en el asunto, porque deben encontrar una solución que deje contentos a los ensambladores o dueños de barcos, industriales que reciben el producto y los cooperativistas.
“En los dos últimos años, la caída del recurso o abatimiento del camarón, especies de escamas jaiba, ha venido ocasionando un colapso. Es necesaria una interacción coordinada del sector social pesquero, armadores y sector industrial”, expresó.
El gobierno de Baja California Sur propuso, durante el Segundo Taller de Pelágicos Menores de la Conapesca, realizado el 07 marzo, que la flota debería salir de Bahía Magdalena para reubicarse en otras áreas del Océano Pacífico o el Golfo de California. La finalidad es efectuar un estudio para medir la capacidad de carga que soportaría el ambiente marino.
García Romero reconoció que la salida de las embarcaciones foráneas, repercutiría en una disminución del 20 por ciento del producto que llega a las plantas procesadoras y se traduciría en desempleo; actualmente las empacadoras trabajan a un 65 por ciento con la flota de 18 navíos.
Esta industria en BCS genera alrededor de 1,100 empleos directos entre tripulaciones, personal en tierra que atiende la flota y personal que opera las plantas.
Una opción viable, reiteró, es enviar unos cuantos a puertos como el de Santa Rosalía, en Mulegé, pero que la base continúe siendo puerto San Carlos, en el municipio de Mulegé.
