Mulegé, Baja California Sur (BCS). De acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2018, realizado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Santa Rosalía se encuentra entre las peores cárceles del país, misma que obtuvo una calificación de 4.22, la mínima en Baja California Sur.
En el caso específico del territorio sudcaliforniano, las visitas realizadas por el organismo nacional se efectuaron del 13 al 17 de agosto del año pasado, abarcando los 4 Centros de Reinserción de la entidad.
Con una calificación de 4.95, Baja California Sur se colocó como el segundo estado del país con las peores condiciones en los Ceresos, índice que mostró una tendencia a empeorar, según detalles de la CNDH.
El Cereso de Santa Rosalía fue el peor calificado en la entidad (4.22), conservando una diferencia de más de 2 unidades básicas comparados con la marca nacional, que se ubica en 6.45.
Entre los rubros evaluados, Derechos Humanos destacó que existe una sobrepoblación en la cárcel mulegina, misma que está al 143 % de su capacidad al contar con 161 internos masculinos y una femenina, en un espacio destinado para 112 personas.
De igual forma, se detectó deficiencia en los servicios de salud, en la supervisión del funcionamiento del centro, ineficiencia en programas para prevenir incidentes violentos, en la atención a personas internas en condiciones de aislamiento.
Existe una insuficiencia de instalaciones necesarias para el funcionamiento del lugar, deficientes condiciones materiales y de higiene para alojar a las personas privadas de la libertad, situación que se repite en el área médica, cocina y comedores. También existe una carencia en la alimentación de los internos.
El organismo detectó que hay funciones de autoridad por parte de personas internas; insuficiencia del personal de seguridad y custodia; se encontraron fallas en el proceso para imponer sanciones disciplinarias y poca o nula capacitación del personal penitenciario; existe una deficiente separación entre procesados y sentenciados, al igual que una inadecuada clasificación de los internos.
Otro de los aspectos que se mantuvo en rojo es el que está relacionado a los internos con requerimientos específicos, tales como mujeres y menores que viven con ellas, personas adultas mayores, indígenas, personas con discapacidad y de la comunidad LGBTTTI.
Los únicos aspectos en los que se observó una “apropiada atención” fueron la inexistencia de cobros (tanto por extorsión como los sobornos), además de la atención a personas que viven con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) o el Síndrome de Inmunodeficiencia adquirida (SIDA).
Los Ceresos de Baja California Sur con mejor calificación ─o por lo menos los más cercanos a la nacional─ son los de La Paz (5.53) y San José del Cabo (5.79), siendo éste último el que obtuvo mayor puntaje en la entidad.
En la capital del estado, dentro del periodo de evaluación de la CNDH, se contó con una población interna de 532 hombres (que representa el 82.6 % de su capacidad) y 36 mujeres (65 % de su capacidad), mientras que en el Cereso al sur del estado tenía 342 hombres, con una capacidad para 836, es decir, que está ocupado apenas en un 41%.
