Buscarán tipificar como delito la cobranza extrajudicial en Baja California Sur

Entre las sanciones que se establecen en la iniciativa hay multas que podrían ir desde los 25,000 hasta los 100,000 pesos, así como una pena en prisión de 1 a 4 años
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La Paz, Baja California Sur (BCS). Con la finalidad de atender la inconformidad de los ciudadanos que sufren de acoso por parte de los despachos de cobranza en la entidad, durante la tarde de este martes, se presentó ante el Congreso del Estado de Baja California Sur, una iniciativa para tipificar como delito en el Código Penal del Estado el cobro extrajudicial ilegal.

En ese sentido, el diputado Venustiano Pérez Sánchez aseguró que dichas actividades son violatorias del derecho de los ciudadanos a no ser molestados, tal como lo estipula el Artículo 17 de la Constitución General de la República la cual establece que “ninguna persona podrá hacerse justicia por si misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho…”

Por su parte, la sanción establece una pena de prisión de 1 a 4 años y multas de 25,000 a 100,000 pesos, sin embargo, en caso de utilizar elementos apócrifos para realizar dicha cobranza, haciéndose pasar como autoridad, la pena y la sanción podría incrementarse hasta en un 50 %.

Resulta oportuno aclarar que el legislador enfatizó que el objetivo de dicha iniciativa no es proteger a las personas deudoras, sino que los pagos se obtengan de manera legal, legitima y justa, a través de los medios idóneas y no por medio de las amenazas.

Asimismo, se indicó que se entiende por cobranza extrajudicial ilegal al uso de la violencia o intimidación ilícitos, de manera personal o por cualquier medio, a fin de requerir un pago de una deuda derivada de actividades mercantiles, incluyendo créditos o financiamientos.

Finalmente, Pérez Sánchez manifestó que el acoso, violencia e intimidación reiterada genera un impacto negativo entre quienes son víctimas de tales acciones, “implica colocar en un estado de indefensión a los supuestos deudores sometiéndolos a una agresión y presión psicológica que no solo resulta innecesaria, sino inmoral e injusta”, concluyó.


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