La Paz, Baja California Sur (BCS).- Indigencia, consumo de drogas y riesgos sanitarios, son tres de los problemas que citan los 11 comerciantes del Parque Revolución, mostrando que las autoridades municipales han hecho caso omiso a sus denuncias, mientras que la inseguridad en el emblemático jardín, situado a sólo una cuadra del Palacio de Gobierno, va en aumento.
La indigencia puede verse a todas horas en el parque, mientras que los problemas de salubridad van acompañados, aseguran los dueños de negocios, mostrando que la zona detrás del hemiciclo a los hombres ilustres de la nación se ha convertido en baño público de los «pordioseros», afectando principalmente a aquellos que venden comida en los alrededores.
Cuando cae la noche, comentan, se puede ver a fumadores “del foco” y de marihuana. Hace algunos años este fenómeno era esporádico, precisan, pero desde mediados de 2013 se observa casi a diario, indican.
Remigio Valdés, ex militar que por siete años se ha dedicado a la renta de “brincolines” y autos eléctricos infantiles en el Parque Revolución, recuerda que hace más de un año el secretario general del Ayuntamiento de La Paz, Guillermo Beltrán Rochín, hizo el compromiso con vecinos y locatarios del parque de dar seguimiento a cada una de las observaciones que se acumulaban en su oficina. Sin embargo, apunta Valdés, la promesa jamás fue cumplida y al cabo de un par de meses volvió a cerrar sus puertas.
En este sentido, el comerciante se refiere a la presidenta Esthela Ponce Beltrán, observando que “el discurso de la alcaldesa no concuerda con los hechos”, pues mientras promueve el mejoramiento de la imagen urbana, se desentiende, apunta, de un icónico recinto que representa “la imagen del corazón de la ciudad”.
De la misma manera, el representante de los dueños de negocios en el Parque Revolución aseguró que han sostenido pláticas con Noé López Ramírez, director de la Policía Municipal de La Paz, principalmente abordando el tema de la indigencia, pero el funcionario, explica, “les tiene demasiada consideración” a los desventurados. “¿Por qué no se los lleva a la explanada del Palacio Municipal?”, se pregunta, “si es tan generoso”.
Finalmente, además de ofrecer un reconocimiento a la Policía Estatal Preventiva (PEP), que es la única corporación que ha atendido sus llamados, los comerciantes hacen un llamado a las autoridades municipales para que atiendan sus demandas, pues la situación se les está saliendo de las manos.
