La Paz, Baja California Sur (BCS). El secretario de Salud (SSA) en Baja California Sur, Víctor George Flores, declaró que, en los problemas de obesidad infantil, también tienen que ver los padres, pues dijo que a veces “el amor daña mucho”, debido a que éstos son “muy consentidores” al momento de no negarle el consumo de alimentos refinados o chatarras.
“Estamos trabajando sobre los orígenes del problema. Está demostrado que un niño obeso va a ser un adulto obeso o con sobrepeso, y eso nos va a traer muchas complicaciones a la salud, factores predisponentes para las enfermedades crónico-degenerativas, pero empieza desde las edades tempranas.
“Incidir en la alimentación, en la actividad física, incidir sobre los papás, porque es una contradicción, es lo que más queremos, pero el amor daña mucho; a veces, el ser muy consentidor no es muy conveniente, el niño quiere las Sabritas o el Gansito y se lo damos en lugar de darle la fruta o verdura”.
Según las estadísticas, Baja California Sur ocupa el primer lugar en obesidad en adultos y entre los primeros en infantil. En ese sentido – y a un año de estar al frente de la SSA – George Flores comentó que la entidad todavía se mantiene en los mismos números, pues los resultados se empezarán a dar a largo plazo.
“Estamos ahorita en el primer lugar, México también está en los primeros lugares de obesidad y prácticamente esto es irle sembrando, son efectos a largo plazo, es la manera en cómo estamos viviendo; por ejemplo, ahora queremos llevar a los hijos en el carro y antes se iba caminando, no está mal, pero necesitamos fomentar las actividades en las tardes libres.
“Esto se mide a largo plazo, no puede haber efectos mágicos, es un cambio cultural, ha estado estable. Los cambios a corto plazo no son consistentes, tienen que ser sistematizado”.
El titular de la Secretaría de Salud en la entidad resaltó el hecho de que, tras varias generaciones, los hábitos alimenticios se han ido perdiendo, pasando de comer frutas a las golosinas; y, para volver a éstos, se necesita concientizar a los padres primero.
“Antes, nuestras golosinas eran la jícama picada, la sandía, la naranja con chile, y las hemos cambiado por alimentos muy refinados que no son buenos para la salud. Queremos ir revirtiendo esto, pero aquí ocupamos mucha concientización, y darles a nuestros hijos lo que nosotros recibimos”.
Finalmente, en el tema, agregó: “Tenemos que incidir en todos, incluso el maestro en las escuelas, los padres de familia, es un cambio cultural la solución de lo que ahora nos estamos enfrentando”.
