La Paz, Baja California Sur (BCS). Especialistas en seguridad advirtieron que la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán provocará un cambio en la geografía del narcotráfico en México, sobre todo en la costa del Pacífico, al sur de Sinaloa y en los estados que conforman el noroeste, entre ellos Baja California Sur.
Javier Oliva Posada, investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, explicó que en caso de que no se capture rápidamente al capo, el poder del grupo encabezado por él, José Esparragoza e Ismael Zambada, se “reconcentraría” y podría haber una alianza con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Así como una intención de tomar las plazas de Tijuana y Ciudad Juárez, que actualmente pertenecen a los ya debilitados cárteles de los Arellano Félix y Juárez.
Los informes más recientes de la PGR (fechados a marzo de 2015) muestran que en el país hay nueve importantes grupos de narcotraficantes esparcidos a lo largo y ancho del territorio mexicano, que a su vez se dividen en 45 células menores; estos son los cárteles de Pacífico o Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, Caballeros Templarios, Los Arellano Félix, La Familia Michoacana, Los Beltrán Leyva, Los Zetas, y de Juárez y el Golfo.
Chihuahua, Sinaloa, Durango, Coahuila, Baja California y Sonora, son los estados donde (con base en datos de la PGR) predomina el grupo liderado por Guzmán Loera. Pero, de acuerdo con Federico Arriola Cantero, experto en narcotráfico e investigador de la Universidad Iberoamericana, el Chapo “no parará” en su intención de abarcar su dominio a todo México.
Para Arriola Cantero es preocupante la fuga de Guzmán Loera, porque buscará expandirse hacia Jalisco, Colima, Baja California Sur, Nuevo León, Norte de Tamaulipas, Guerrero, Michoacán, Quintana Roo y Nayarit.
El especialista señaló además que a pesar del poder que tienen ambos cárteles, el fenómeno de violencia no aumentará, ya que ese “no es el sello del grupo que lidera el Chapo Guzmán, ya que su violencia es focalizada en contra de sus adversarios, pero no contra la población abierta.
Habrá que recordar que en junio del año pasado, se dio a conocer que un juez federal dictó un auto de formal prisión en contra de Ángel Jorge López Urias, señalado como la persona que facilitaba las condiciones para que Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera aterrizara en vuelos clandestinos en Los Cabos, Baja California Sur.
Los traslados se realizaron en una avioneta tipo Cessna 206, en la que “El Chapo” Guzmán viajó con uno de sus escoltas apodado ‘El Picudo’, y también se logró establecer que el piloto de la aeronave era identificado como ‘El Cachimba’.
Las investigaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) establecieron que para los aterrizajes, López Urias facilitaba los medios para que se usara como pista clandestina de aterrizaje un tramo de la carretera Cabo San Lucas–San José del Cabo, a la altura del kilómetro 20.
De acuerdo con las pesquisas realizadas por la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), los vuelos se realizaron durante el año 2013, cuando Guzmán Loera todavía permanecía prófugo de la justicia.
Con información de El Financiero
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