Mulegé, Baja California Sur (BCS). En los últimos 30 años han nacido poco más de 25,000 ejemplares de ballenas gris en los complejos lagunares Ojo de Liebre y San Ignacio; en el mismo periodo han fallecido 735 ejemplares, la mayoría adultos de más de 30 años.
Según datos de la autoridad ambiental, casi el 90 % de las ballenas grises que hacen en el continente americano, ven la luz por primera vez en Ojo de Liebre y San Ignacio, mientras que, el resto nace en lagunas ubicadas más al sur.
Entre las causas de fallecimiento de tiene la muerte natural y otras por inanición, debilidad o desnutrición, tras el viaje que realizan desde el polo norte hasta las costas de Baja California Sur ubicadas en la reserva de la Biosfera de Vizcaíno.
Fuentes consultadas por El Sudcaliforniano detallan que tanto la mortandad como los nacimientos de la especie se comportan de manera irregular, en función de las condiciones climáticas.
El año en que más decesos hubo fue en el 2000, con 81 ejemplares, mientras que en 1995 sólo se registraron 5.
Casi todas las muestre de ballenas se detectan cuando varan en las playas y pocas en el mar, cuando son recién nacidas atacadas por depredadores; en ambos casos, los cuerpos se integran al mar luego de un periodo de descomposición.
Finalmente, algunos investigadores señalan que la mortandad está directamente ligada con los efectos de los fenómenos climáticos de El Niño y La Niña que entre otros factores disminuyen o aumentan de manera atípica la temperatura del agua.
Con información de Elías Medina/ El Sudcaliforniano
