En Baja California Sur el 10 % de la población padece algún tipo de sordera

Esta es la tercera discapacidad más frecuente entre los sudcalifornianos
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La Paz, Baja California Sur (BCS).  El director de la Beneficencia Pública del estado, Renato Jiménez Flores, afirmó que en BCS la sordera es la tercera discapacidad más frecuente entre la población, posicionándose, según el Instituto Nacional para la Integración al Desarrollo de las Personas con Discapacidad (Indepedi), dentro de los primeros lugares con problemas auditivos en todo México, padeciéndola —hasta 2014— el 10.5% de los sudcalifornianos.

Jiménez Flores no pudo dar una cifra exacta de quienes padecen este tipo de discapacidad, sin embargo, según Indepedi, en 2014 Baja California Sur identificó a más de 26,000 personas que reportaron algún tipo o nivel de limitación auditiva, lo que significa el 10% del total de la gente contabilizada por este censo.

El Director de la Beneficencia Pública puntualizó que se han entregado 1,500 aparatos auditivos en 2 años, beneficiando a más de 700 personas, la mayoría de la tercera edad; aunque, dijo, se han presentado casos de niños pequeños y recién nacidos.

“Hacer un estimado de gente que sufre de limitaciones auditivas es muy difícil, pero es muchísima gente, hemos entregado más de 1,500 aparatos en 2 años en beneficio de 700 personas , y ya tenemos lista de espera de aproximadamente 750 más para el año que entra”, comentó.

El médico explicó que este problema lo presentan más frecuentemente personas de entre 80 y 90 años, quienes han perdido la audición por la vejez —el padecimiento llamado presviacusia—; sin embargo, en jóvenes abundan casos de trauma acústico ocasionado por la exposición extensa a ruidos muy fuertes, y en niños, dijo, hay los que desde los 2 años empezaron con el padecimiento por medicamentos dañinos o infecciones virales, como el sarampión y rubiola.

“Por la edad las personas mayores tienden a perder la audición y la visión también, aunque es multifactorial (…) el ritmo de vida, los ruidos y la contaminación todo eso daña la audición, hemos visto trauma sonoro en jóvenes que usan la música muy alta, que creen que no les va a pasar nada”.

Hoy en día los aparatos auditivos que se están implementando en la entidad son completamente personalizados, a base de geles de silicón, con los que, por medio de un dispensador, se vierte dentro de la cavidad auditiva y se deja reposar durante dos minutos.

“Se tiene que hacer el molde de acuerdo al canal auditivo de cada persona, todos tenemos variación en nuestro canal auditivo, igualmente la frecuencia en la que se pone el aparato auditivo es de acuerdo a la necesidad que tiene la persona, un aparato que se le da a una persona de ninguna manera le va a servir a la otra persona”, finalizó Jímenez Flores. 


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