En bares de La Paz, se ha visto hasta personas teniendo sexo en medio de la gente: Gerente

“Me ha tocado desde la chica que se sube a concursar en los ‘ladies’ y que llegue a vomitar a las demás chicas, como chicos que se me han quedado botados en las escaleras, dormidos", narró el gerente del bar
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La Paz, Baja California Sur (BCS). La ciudad de La Paz, aunque pequeña y con pocos bares en el centro histórico, ha registrado anécdotas de lo que hacen las personas cuando van a estos lugares, a tomar, pasar un rato, irse de party en un fin de semana o en días festivos, o cuando “se pasan de copas”. Algunas cosas se ven casi a diario, pero otras sorprenden que la gente se atreva a tanto.

Gerardo de la Rosa, gerente de La Terraza La Chopería, contó para BCS Noticias algunas de las cosas que le ha tocado ver en prácticamente 17 años de experiencia en el negocio. “Lo más fuerte que yo he visto, son dos personas teniendo relaciones en plena noche, cuando ésta llega a su clímax, que es alrededor de la 1:30 a 2:00 de la mañana. ¿Cómo dos personas se pueden animar a hacer eso con más gente a su alrededor?, es impactante y te quedas de ‘what?’, ¿es en serio eso? Únicamente me ha tocado con gente que es de fuera o extranjeros”.

“Sí, de hecho, se interviene y se les pide de favor que se retiren, porque la misma gente ya no está cómoda, rompes ese confort en el que está la gente”, agregó.

Otra de las cosas es que, en la copa del árbol contiguo a la paletería “La Michoacana”, han encontrado – o se ve desde el bar – “sostenes, tangas y otras cosas, que las mujeres han aventado”, dijo Gerardo.

“También desde chicas que se han quitado el brassier, chicas que lo han aventado por el barandal; de hecho, si te das cuenta en éste árbol, nos tocaba ver brassieres, tangas, infinidad de cosas que dices, cómo llego eso ahí”.

Entre lo más común que la gente hace, y principalmente las mujeres, es vomitar, ya sea en el lugar donde están o “abrazadas de la taza del baño”. “Yo no sé qué tienen las mujeres con el baño y la taza, siempre terminan ahí”; expresa Gerardo.

“Me ha tocado desde la chica que se sube a concursar en los ‘ladies’ y que llegue a vomitar a las demás chicas, como chicos que se me han quedado botados en las escaleras, dormidos. En el baño, yo creo que tiene un pacto con el baño, porque quedan botadas […] El trabajar con alcoholes es una experiencia diferente, porque aprender a ver que las personas tienen otro lado, sacan su lado cohibido, el más serio se puede convertir en el más divertido o extrovertido, hasta a mí me ha tocado”.

El gerente del bar comenta que, hasta la fecha, no le ha tocado ver situaciones que se salgan de control, y, aunque se puede decir que han visto de todo, no ha pasado a mayores. Asimismo, dijo que es entre los hombres es con quienes inician connatos de pleito, principalmente cuando otra persona se acerca a la pareja que llevan.

“Hasta ese punto no me ha tocado todavía y espero no me toque. Nos ha tocado de todo, desde pleitos, que es ahí donde uno dice, esto se va a descontrolar, o situaciones de ese tipo […] en mujeres no tanto, es más con los hombres, más que nada porque invaden su zona de confort; por ejemplo, yo vengo con mi novia, y alguien la empieza a molestar, a mí ya me empieza a irritar eso, y puede iniciar un connato de agresión”.

Por último, Gerardo dijo que siempre son la gente foránea los que se atreven a hacer cosas más fuertes, pues nadie en la ciudad los conoce; pero, en cuanto los clientes locales consumen alcohol de más, sacan su lado desconocido y atrevido.

“El extranjero y el que viene de fuera, de otras partes de la república, porque, como no los conocen, les vale; el local, tiende a hacer eso, pero cuando su nivel de alcohol ya rebasó cierto límite y ya no son conscientes de ellos mismos, entonces hacen y deshacen”.


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