En el primer conteo se registran 347 ballenas en las lagunas Ojo de Liebre y de San Ignacio

Cabe destacar, que desde el momento en que fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad, en el año de 1993, se ha logrado incrementar el número de nacimientos y por ende, de la especie, por lo que este conteo favorece a las estadísticas que ya se preservan desde entonces
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Mulegé, Baja California Sur, (BCS). A poco más de un mes de haber comenzado la temporada de avistamientos de la ballena gris, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, (Conanp), dio a conocer que hasta el momento, se registró en el primer conteo un total de 347 ballenas, en las zonas de Ojo de Liebre y San Ignacio, en lo que se refiere como El Santuario de las Ballenas de El Vizcaíno.

En este sentido, se lograron contar 199 ballenas adultas y 109 ballenatos en la Laguna Ojo de Liebre, señalando que fueron 15 nacimientos y 24 ballenas adultas, las que se presenciaron en la Laguna de San Ignacio.

Cabe recordar, que el Santuario de las Ballenas de El Vizcaíno, comprende a la Laguna Ojo de Liebre, la Laguna san Ignacio y todos sus alrededores, integrando un ecosistema marino adecuado y protegido, para que estos ejemplares puedan refugiarse y tener a sus crías, luego de viajar a través de 12,000 kilómetros desde Alaska.

Así mismo, la Conanp indicó que dicha área, se tiene vigilada y protegida de manera permanente, puesto que al ser un lugar protegido, es importante preservar la biodiversidad del lugar, sin tener ningún tipo de alteración proveniente del hombre, por lo que, a parte de su preservación, se ha buscado un manejo sustentable de sus recursos, para que de esta manera no se afecte de ninguna manera este santuario.

De igual forma, la dependencia especificó que la protección de estas zonas, se realiza tal y como lo establece la Norma Oficial Mexicana 059, en su categoría de Protección Especial, misma que es efectuada a favor de estos cetáceos, en conjunto con los organismos gubernamentales y con las organizaciones civiles, pues recalcó que es al área protegida más grande que existe en México, decretado como Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1993, por lo que desde entonces, la preservación de dicho lugar, ha favorecido al incremento de estos ejemplares.

Con información de excelsior.com


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