La Paz, Baja California Sur (BCS). En la bahía de La Paz existen más de 30 especies de tiburones registradas, entre las que destacan el tiburón martillo común, el angelito, el piloto, el cazón horma y por supuesto, el tiburón ballena, señala Edgar Eduardo Becerril García, estudiante del CICIMAR-IPN y de Pelagios Kakunjá A.C; además, comentó que existe un problema de sobreexplotación con algunas especies de escualos, tanto a nivel nacional como internacional, debido a la pesca no regulada.
“Hay 35 especies de tiburones registradas, entre las más comunes se encuentran el tiburón martillo común o cornuda barrosa (Sphyrna lewini), el angelito (Squatina californica), el piloto (Carcharhinus falciformis), el cazón bironche (Rhizoprionodon longurio) y también el tiburón ballena (Rhincodon typus), que es una de las especies más reconocidas en la zona; en cuanto a elasmobranquios, que son los tiburones y rayas, hay un poco más de 60 especies registradas, pero las que son más comunes en cuanto a tiburones, son las que ya mencioné”.
A su vez, el biólogo marino egresado de la UABCS, menciona que ninguna de estas especies de tiburón representa un peligro real para los habitantes de la ciudad o de cualquier parte del país; ya que además de que muchas son especies pequeñas, la mayoría se alimenta de peces u otras presas que habitan el océano, por lo que el humano no es parte de su dieta.
“En realidad, el verdadero depredador entre los tiburones y los humanos somos nosotros, ya que los accidentes con tiburones son pocos; anualmente, se estima que existen alrededor de 70 accidentes con tiburones en todo el mundo; sin embargo, nosotros como especie capturamos más de 100 millones de tiburones al año, si contamos su captura en todos los océanos”.
El estudiante, quien se especializa en tiburones, señaló que sí existe una problemática con la captura de los tiburones y rayas, ya que son muy sensibles a la sobreexplotación; como un ejemplo, menciona que a nivel mundial las poblaciones de algunas especies han disminuido en más del 90 % por efectos de pesca mal regulada o pesca ilegal.
“Sí, hay una problemática con la sobrepesca de tiburón y radica en que son especies sensibles a la sobreexplotación por sus características biológicas; tienen pocas crías, tardan muchos años en crecer y en madurar, y presentan periodos largos de gestación, de más de 9 meses. Hay datos sobre tiburones martillos en otras partes del mundo, donde la población ha disminuido más del 90 %; de manera general, hay un problema internacional muy grande por el efecto de la pesca excesiva y peor aún, de la pesca ilegal sobre las poblaciones de tiburones y rayas”.
Como un ejemplo a nivel local, mencionó que antes de la década de los 90’s, era posible observar hasta 500 tiburones martillo en la Bahía de La Paz, particularmente en un sitio conocido como El Bajo Espíritu Santo; pero después de dicho periodo y hasta la actualidad, los avistamientos de esta especie han disminuido drásticamente.
“Uno de los ejemplos recae en la especie de tiburón martillo común o cornuda barrosa, era una especie icónica para el buceo en la Bahía de La Paz, y con la cual, muchos turistas extranjeros y nacionales venían a bucear; la población de tiburones ha disminuido desde los años 90’s, tanto, que antes de dicho periodo era común observar cardúmenes de hasta 500 individuos, principalmente en El Bajo Espíritu Santo, y ahora, con suerte los buzos pueden ver entre 2 ó 3, o muy rara vez, pequeños grupos de 30 tiburones; sin embargo, no sabemos exactamente qué tanto se ha afectado”.
Becerril García comentó que el problema de la reducción de esta especie, probablemente se deba a la sobrepesca, pues se necesita una regulación más efectiva al momento de administrar esta actividad.
“Se piensa que la sobrepesca es el problema, todo en exceso y sin un buen control es contraproducente; la pesca puede ser sustentable, pero es necesaria también una regulación diferente, más efectiva y que contemple beneficios para el ecosistema y por supuesto, también para el pescador. En México tenemos todo para hacer las cosas mejor y de manera correcta, no solo en la pesca, sino en todas nuestras actividades”.
Finalmente, mencionó que el tiburón martillo común es una especie protegida internacionalmente e incluida dentro del Apéndice II del CITES; sin embargo, en México esta especie no cuenta con ninguna protección específica y podría ser aprovechada de manera sustentable, mediante el ecoturismo.
“En otros lugares como las Islas Galápagos en Ecuador es posible realizar buceos con esta especie de tiburón, esto genera una derrama económica importante para ese país, sin la necesidad de matar un solo animal; de hecho, el buceo recreativo con tiburones genera millones de dólares anualmente para los negocios locales que participan en esto, y al no ser una actividad invasiva, contribuye a la conservación de las especies.”
Uno de los ejemplos más populares de este tipo de actividades y que además motiva el turismo internacional, es el que se lleva a cabo con el tiburón toro (Carcharhinus leucas) en diferentes partes de México, como Playa del Carmen en Quintana Roo, o Cabo Pulmo, aquí en Baja California Sur.
Fotos de Édgar Becerril García.
