Exportadora de Sal pagó indebidamente 56 mdp a su filial Mitsubishi

Mitsubishi realiza las labores de inteligencia de mercado, la búsqueda de nuevas oportunidades y la negociación de precios de los mercados finales
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La Paz, Baja California Sur (BCS). La Auditoría Superior de la Federación (ASF), determinó que la empresa Exportadora de Sal (ESSA) realizó pagos improcedentes por 56 millones de pesos a su filial Mitsubishi Corporation por demoras en la entrega de cargamentos de sal industrial, producida en Guerrero Negro, Baja California Sur.

Lo anterior como parte del “reporte de resultados sobre la validación de importes pagados de manera improcedente a Baja Bulk Carriers S.A. (BBC) por concepto de demoras se ubican anomalías en contratos –algunos en inglés y otros en español–, en facturas de demoras y facturas por pronto despacho”, según el acta 003/CP2013 de la ASF con fecha del 8 de diciembre de 2014.

En 2014 ESSA pagó a su socia Mitsubishi 11 millones 456 mil pesos; en 2013, 3 millones 244 mil pesos; 2012, 11 millones 58 mil pesos; 2011, 5 millones 86 mil pesos; 2010, 14 millones 137 mil pesos, y en 2009, 11 millones 310 pesos, según el acta firmada por la directora de Auditoría A1 de la ASF, Marcela Soberanes, y el director general de Programación, Evaluación y de Seguimiento Sectorial de la Secretaría de Economía, Jesús Colín.

En la auditoría 30/2013 se señala que Mitsubishi realiza, con la exclusión de ESSA, las labores de inteligencia de mercado, la búsqueda de nuevas oportunidades y la negociación de precios de los mercados finales.

Durante la revisión de las condiciones de comercialización, la gerencia de presupuestos de ESSA indicó que la dirección general –en ese entonces a cargo de Jorge Humberto López Portillo– “buscó realizar modificaciones para guardar una relación de equilibrio entre la empresa y el distribuidor”; una de ellas, en diciembre de 2014 y consistió en una “solicitud de modificación de la venta de la sal a granel, y los estudios en materia comercial y de previos de venta de sal”.

En la propuesta que se entregó al consejo de administración se planteó la necesidad de incrementar el precio de la sal a 15 dólares por tonelada métrica, tres dólares por encima del costo de producción, como una medida de “nivelación gradual de las condiciones de comercialización”. Esto, porque el consejo de administración fijó un precio de 10 dólares para 2014, muy por debajo del internacional que alcanzó los 70 dólares por tonelada métrica, razón por la cual ESSA dejó de recibir 5 mil millones de dólares.

De 23 contratos de venta, 17 los concertó personal de Mitsubishi, ubicados de manera estratégica en el consejo de administración y estructura de ESSA, donde Tayuka Hamaguchi es el director adjunto, con las empresas Sal China, Formosa Plastics Corporation y Shangai Chlor Alcali Chemical Co LTD, además de un contrato por cinco años con Mortori International.

La ASF consideró que existe conflicto de interés: Mitsubishi Corporation es juez y parte en la designación de precios de venta y condiciones de los contratos para la comercialización y distribución de la sal mexicana producida en la península de Baja California, y obtiene la mayor parte de ganancias.

La rentabilidad de ESSA disminuyó pese al incremento en 30 por ciento del volumen de sal, el pago de notas de crédito por ajustes de 14 millones 853 mil pesos y pagos no justificados de ajustes presentados en notas de débito por 137 millones 261 mil pesos, bajo la supervisión de funcionarios japoneses en ESSA.

Afectaron también los pagos de demora por el desfase en el despacho de la sal en el proceso de exportación debido a la estadía mayor de barcos, sin que existan documentos que soporten este desembolso ni justificación oficial.

Con información de La Jornada


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