La Paz, Baja California Sur (BCS). “Nunca confíes en un par de ojos azules”. Aníbal López Espinoza no lo dijo en broma, aunque soltó unas cuantas carcajadas cuando lo mencionó. El autor de Evocaciones del Olvido (publicado por la Coordinación Editorial del ISC) tiene sus razones para afirmarlo. Por once años trabajó como guía de turistas, antes de invertir su tiempo y dinero en indagar en el arte rupestre, se cuestionó si alguno de aquellos que tomaban los tours a isla Espíritu Santo se convertiría en un posible inversionista en Baja California Sur. En uno de los paseos conoció a Christy Walton.
Su fascinación por el pasado, nuestras raíces, lo obligó a caminar por senderos que, el mismo Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), había olvidado o no estaban abiertos al público, o simplemente, no conocían. Una de las áreas que llamó su atención, es la región serrana en la Delegación de San Juan de los Planes, en la que fotografió 11 sitios de relevancia arqueológica registrados oficialmente, ubicados en terrenos que solían pertenecer a rancheros, pero que ahora incumben a la extranjera que conoció en sus recorridos turísticos.
“No sé si está o no a favor del medio ambiente”, especuló sobre la postura de la multimillonaria, al leer por medios de comunicación acerca del Proyecto de Exploración Picacho Blanco de la empresa Cacachila S. de R. L. de C.V.-Cieneguitas S. de R. L. de C.V. que grupos ambientalistas atañen a Christy Walton. La Secretaría de Economía entregó una concesión para minería en la zona que se localiza en el rancho Cacachilas-Cieneguitas-El Chivato y en los predios Los Corralitos, Las Cacachilas, Las Cieneguitas y El Chivato en la Delegación de San Juan de los Planes.
Sin embargo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) confirmó en un resolutivo (SEMARNAT-BCS.02.01.IA.060/13), emitido el 17 de enero de 2013, la cancelación de la manifestación de impacto ambiental, modalidad regional, del proyecto. En el documento, la delegación federal dio a conocer la decisión al apoderado legal: José Luis Pérez Rocha Loyo sobre la negativa del Cambio de Uso de Suelo- Rehabilitación y Apertura de Caminos y Realización de Planillas de Barrenación para el Proyecto de Exploración Picacho Blanco. Aníbal ha fotodocumentado en la zona entre 80 a 100 lugares.
El 28 de septiembre de 2012, la dependencia federal recibió dos solicitudes, la mencionada con anterioridad y un trámite para el Cambio de Uso de Suelo Forestal, ingresado el 11 de diciembre de 2008, el cual, fue negado ese mismo mes al ser rechazado por el Consejo Estatal Forestal. También fue bloqueado por el Programa de Desarrollo Urbano (PDU) al igual que la minera canadiense La Pitalla de Argonaut Gold. La razón es que la concesión minera se localiza en el Rancho Cacachilas-Cieneguitas, muy cerca de la comunidad de El Sargento. Está tipificado comoProtección Ecológica de Aprovechamiento (PEA).
Las rancherías se desvanecen
Las rancherías del lugar desaparecen. Venden, primero, sus vacas que ya no pueden pastar, ni beber agua, de las tierras altas, pues ya no son posesionarios. Está cercado. Para no sacrificar sus reses, las abaratan, los bajos costos son aprovechados por una empresa sonorense para procesarlas y revenderlas aquí en grande cadenas comerciales. Sin ganado, con el tiempo de secas que se prolonga, se ven obligados a rebajar el precio de sus tierras, para ofrecerlas a quienes si le interesan: los rancheros se han transformado en empleados de los nuevos dueños.
El fotodocumentalista, hace unos años, cuando duró cuatro años sin llover, la parte altas de la serranía “que compró la señora, lo hizo en un afán para recuperar una especie: el venado cola blanca, y creó una UMA (Unidad de Manejo Ambiental)”.
Evocaciones del Olvido (el cual tardó seis años en culminar), comentó, trata de abrir la mente local, demostrar evidencia palpable de los primeros que supervivieron, mostrar el significado de este arte rupestre. La ironía para él yace que los mensajes del pasado hablaban de abundancia, de un respeto al medio ambiente; en la modernidad, esos mensajes, se han transformado en una petición para modificar actitudes, excesos, que han degradado especies y el entorno natural.
Su principal interés con la obra, también, es que se den los ordenamientos que permita iniciar programas de capacitación, con la esperanza, que se dé una fuente de ingreso a los rancheros, al ser registrados ante el INAH como custodios del patrimonio cultural. Se conviertan en protectores y beneficiarios del ecoturismo. Así sucedió en Sierra San Francisco, en donde el ranchero se convirtió en guía y tienen la obligación de evitar el saqueo de piezas o bloques de piedra con pinturas rupestres.
“Me entrevisté con un tal Diego Camacho que andaba preocupado, quería saber cómo era posible que haya entrado a propiedades adquiridas antes por Walton, sin que ellos supieran. Son 500 hectáreas, […] preguntó si el INAH sabía de los sitios: mi respuesta fue positiva”, dijo acerca de una reunión con uno de los empleados de Walton.
El interés por el arte rupestre, nació de niño, pero en Bahía Concepción decidió aprender sobre nuestros antepasados. Acompañaba a su papá por las travesías que emprendían para conseguir pescado y maricos en las comunidades, el cual, sería enviado vía aérea desde La Paz a otras partes del país. En esa ocasión, su padre detuvo el pick up a un lado del tramo frente a la playa El Burro, en Mulegé. Cruzó la carretera para llegar hasta el cerro cercano, lo que provocó el enojo de Aníbal que sólo pensaba en casa y descansar. Para incrementar la molestia del preadolescente, fue casi obligado a acudir a la petición del padre: una cerveza, y sin objetar la agarró. Se la llevó. A cambio, conoció por primera vez un petroglifo que se ubicaba a las faldas de un conchero frente a la bahía. Ahí él comenzó una de las búsquedas más antiguas del hombre: su identidad.
Evocaciones del Olvido, se ha distribuido en ocho países: Estados Unidos, Uruguay, Argentina, entre otros. Sí deseas adquirir un ejemplar envía un correo a [email protected]
