La Paz, Baja California Sur (BCS). La interculturalidad es un problema que, mezclado con el abuso de drogas y alcohol, ha causado un repunte en el número de suicidios en Cabo San Lucas, según las autoridades estatales de salud.
«La gente que viene del interior de la república viene a vivir el ‘sueño americano mexicano’ y esa acelerada urbanización nos ha traido que nuestras estadísticas (de suicidio) se incrementen muchísimo», dijo María Estela Castro Terrazas, directora del Centro de Salud Mental y Adicciones de Baja California Sur (CESMA).
Dicha situación, derivada de «la interculturalidad que hay», ha impedido que se reduzcan las estadísticas de suicidios a nivel estatal, sostuvo Castro Terrazas.
«Viene la gente del interior y viene sin familia, viene a la obra, pues si, de lunes a viernes la obra y termina la jornada, y al alcohol y a la droga, entonces, qué sucede, cuando ellos quieren regresar porque ya se terminó su trabajo, porque ya la obra se concluyó, ya no tienen dinero y la familia ya no la tienen tampoco en donde la dejaron», explicó la directora del CESMA.
«Esto causa mucha desolación, y mucha de la población que se suicida, está empatada precisamente con la adicción, es una muerte por el abandono y la desolación«, detalló.
En Los Cabos se habían contabilizado hasta noviembre pasado alrededor de una decena de suicidios, según datos preliminares, lo que representa casi el 30% de los casos a nivel estatal.
Ellos, «no están en su cuidad natal, no están obviamente contando con una familia, que es uno de los factores protectores como lo son el tener un entorno social, una sociedad amistosa, una familia amorosa y esto conlleva a que esas estadísticas se nos estén elevando muchísimo», afirmó.
«Las dinámicas están muy perturbadas en estas familias que llegan a insertarse en una cultura que no es la de ellos», agregó la psicóloga.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2015 Los Cabos tenía una población de 287,671 habitantes, convirtiéndose en el municipio más poblado del estado.
El 85.9% de la población sudcaliforniana está afiliada a algún servicio de salud, según el Inegi, donde es gratuita la atención a personas con problemas de adicción o mentales que suelen llevar a un suicidio.
