La Paz, Baja California Sur (BCS). Será durante la temporada comprendida entre el 15 de junio hasta el 31 de mayo del próximo año que, en la bahía de La Paz, tanto locales como extranjeros podrán realizar actividades de avistamiento de uno de los peces más grandes del mundo: el tiburón ballena (Rhincodon typus), el cuál puede llegar a pesar 21 toneladas.
Conviene destacar que el tiburón ballena es considerado como el pez más grande que existe en el planeta, el cual llega a medir una longitud de 12 metros (m) y un peso de 21 toneladas; esta especie es capaz de viajar hasta 13,000 kilómetros.
Esta especie fue catalogada internacionalmente como vulnerable, la cual se encuentra dentro de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés). En México, es una especie considerada como amenazada, por lo tanto, está incluida en la NOM.059-SEMARNAT-2010.
El día 30 de agosto es considerado como el Día Internacional del Tiburón Ballena, con el fin de promover a la especie y la conservación de la misma.
Por su parte, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), a través de su Programa de Conservación de Especies en Riesgo (Procer) realiza estrategias encaminadas al aprovechamiento sustentable de la especie en las costas mexicanas, así como su conservación.
En ese sentido, la dependencia supervisa las actividades de avistamiento del tiburón ballena, otorgando capacitaciones a prestadores de servicios sobre el marco legal, biología y ecología del ejemplar e inclusive el manejo de grupos, satisfacción de clientes y primeros auxilios.
Entre algunas de las recomendaciones, realizadas por Conanp, se encuentra el evitar entorpecer el nado del animal, así como mantener una distancia mínima de 5m en la parte de la cabeza y 6m en la zona de la cola; además queda prohibido tomar fotografías con flash y utilizar motores de propulsión para nadar cerca del tiburón ballena.
Finalmente, y como dato curioso, se puede mencionar que las manchas localizadas en la parte dorsal tienen un patrón único, el cual se asemeja a la huella digital humana pues dichas pigmentaciones no se modifican con el crecimiento y permite la identificación individual de cada ejemplar.
