La Paz, Baja California Sur (BCS). Pese a la carencia en la disponibilidad de agua o la exclusión y marginación o la peligrosidad de la zona en la que viven los habitantes de la colonia Caribe de Cabo San Lucas, en el municipio de Los Cabos, ellos aseguraron llevar una calidad de vida muy satisfactoria.
Alba Eritrea Gámez Vázquez, investigadora de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), confirmó los resultados en su investigación “Destinos Turísticos: El Caso de la Colonia Caribe, Cabo San Lucas, Baja California Sur”.
En el área existen mil 640 casas habitadas y en cada una, en promedio, seis personas moran. En total 9 mil 840 personas residen en la colonia que se divide en 78 manzanas irregulares con un promedio de 20 viviendas, ubicada en los arroyos El Salto y el Arroyo El Salto Seco.
Al 86 por ciento de la población le gustó la colonia para residir y se sintieron cómodos con los servicios, 55 por ciento de quienes pueblan ahí no se cambiaría a otro lugar o a otra colonia. El 79 por ciento consideró que sí están vulnerables a situaciones de inundación e incluso pérdida de sus viviendas, por vivir en zona de alto riesgo.
El 4.13 por ciento representa el total de la municipalidad de Los Cabos y 14.37 por ciento de la ciudad de Cabo San Lucas.
“La mitad de la población proviene del estado de Guerrero, lo que representa 52 por ciento del total. Por su parte, 13 por ciento es originario de Sinaloa, mientras que 12 por ciento proviene de San José del Cabo, 7 por ciento nació en Toluca, 5 por ciento es del estado de Oaxaca, 2 por ciento de la población es oriundo de los estados de Guadalajara, Sonora y Tamaulipas”, reveló el análisis de la especialista.
El apoderamiento de predios en zonas de alto riesgo (arroyos por lo general), explicó el documento, se debió a la expansión del turismo emanada de las reformas del ex presidente de la república Carlos Salinas de Gortari que originó:
“La enajenación de las tierras ejidales que constituían la mayor parte del territorio del municipio, para que la falta de oportunidades, la pobreza y la corrupción orillaran a los pequeños propietarios y ejidatarios vendieran sus tierras a desarrolladores y especuladores muy por debajo de los precios de mercado”.
El turismo en Los Cabos incrementó ingresos en los terratenientes, hoteleros, especuladores, empresas inmobiliarias y el sector financiero. Los trabajos que se generaron, en su mayoría, son de baja calificación y remuneración, “que son cubiertos por inmigrantes de otros estados del país”.
