La Paz, Baja California Sur (BCS). Todo empezó en una plática entre amigos biólogos, hablando de experiencias de vida, la mayoría relacionadas con el mar, y cómo iba a ser de otra manera, sí los amigos viven en Baja California Sur, estado casi rodeado por mar, y aman La Paz. Además todos practican el buceo y hablando de inmersiones, hablaron de San Rafaelito, el faro sobre el pequeño islote de piedra, lugar de buceo muy cercano al muelle de Pichilingue. Pero ¿qué hay en San Rafaelito? vida aferrada a las piedras, al arrecife, al fondo marino y sus aguas circundantes, hay peces y gran variedad de organismos marinos y aves y, por ende es un lugar visitado por pescadores, buzos, esnorqueleadores y turistas en general. Además que por su posición se encuentra en las inmediaciones del canal de navegación de entrada y salida del puerto marítimo. Y desgraciadamente como consecuencia de lo anterior hay, perdón ¡había basura! sobre todo restos de viejas redes con plomo y líneas de pesca, plásticos, botellas, latas, etcétera. Materiales que han dañado seriamente a diversos animales del área, principalmente a los lobos marinos. Esa, la contaminación de San Rafaelito fue la parte más álgida de aquella charla entre amigos. Y dije ¡había basura!, porque esa plática entre Pablo Ahuja, Mariana Padilla, José Torres y Ronald Vilchis, derivó tiempo después, el 22 de julio del presente año, en una limpieza submarina de área. Fue así como surgió la iniciativa ciudadana Rescatando Nuestros Arrecifes y Manglares (RNAM).
En esa primer limpieza de la bahía en San Rafaelito participaron buzos nacionales y extranjeros radicados en La Paz, así como diversos prestadores de servicios y particulares que facilitaron embarcaciones, combustible y tanques de buceo, pues los buzos convocantes y los convocados asistieron con su equipo personal. Pero además, la gran aceptación de la actividad entre la gente de La Paz, hizo que ante el alto número de participantes, la limpieza se ampliara a los arrecifes de isla La Gaviota y playa Zorrillito. Pues la lista de buzos creció de los cuatro originales hasta alcanzar más de 30, incluidos tres fotógrafos submarinos profesionales. Lo que complicó la logística de la operación, pero afortunadamente el compromiso de los prestadores de servicios aportó para tal empresa 8 embarcaciones. Pero eso no fue todo, la gran cantidad de voluntarios hizo que las áreas de limpieza se extendieran hasta las playas inmediatas a los sitios mencionados, donde gente a pie contribuyó en la colecta de todo tipo de desperdicios materiales, que comúnmente son dejados ahí por los visitantes. Y además a esta noble labor se sumaron las autoridades municipales, pues se contó con la vigilancia de una ambulancia de la Cruz Roja y un camión recolector de basura de Servicios Municipales. El resultado inmediato fue la recolección de 6 kg de metal, 16 kg de plástico, 18 kg de vidrio y 5 llantas (material reciclable), así como un camión de basura de 7 metros cúbicos.
Esa primer actividad altruista subacuática, derivó además en la reflexión de los organizadores acerca de la relevancia de lo que habían emprendido y de la oportunidad que se les presentaba de aportar a la limpieza y conservación del medio ambiente. Planteándose a partir de entonces, que las actividades que se realizaran posteriormente, debían tener como fin último la concientización de la sociedad. Para lo que se vislumbró fundamental involucrar otros sectores de la ciudadanía y no sólo a buceadores. Además de lograr una mayor colaboración con las autoridades. Por lo que inmediatamente después comenzó la planificación de otra salida en busca de basura en la bahía de La Paz, y ahora el objetivo fue la limpieza de los manglares inmediatos al área urbana de la bahía, pero priorizando los propósitos ecológicos y de concientización de la sociedad –antes que sólo bucear limpiando–, que para entonces ya se planteaban los integrantes de RNAM.
En la limpieza en los manglares la participación de submarinistas no era primordial. En cambio se hizo un llamado a todos aquellos practicantes de kayakismo y de surf a remo, para realizar una limpieza de superficie entre los manglares. Pero nuevamente la gran respuesta de la sociedad a la convocatoria obligó a ampliar la actividad y, entonces considerar una limpieza a pie en los manglares y la zona inmediata a la línea de costa. Esta segunda salida a campo abarcó algunas partes de los humedales de El Mogote, El Centenario, y cerca de la zona urbana de La Paz.
La segunda incursión ciudadana por la limpieza de la bahía de La Paz se llevó a cabo el domingo 16 de agosto. Al llamando se dieron cita a las ocho de la mañana en tres puntos de la bahía casi 200 personas, entre kayakistas, surfistas de remo, así como caminantes. Los puntos de reunión y acopio de basura contaron con bolsas de plástico, guantes y agua dulce. Participaron cinco embarcaciones para ayudar en la colecta y ante cualquier eventualidad. La basura colectada en esta ocasión fue de 2 kg de aluminio, 8 kg de metal, 16 kg de plástico y 32 kg de vidrio, entre otros desperdicios.
La tercer etapa de este gran esfuerzo ciudadano en coordinación con las autoridades fue nuevamente de buzos limpiadores, se llevó a cabo el lunes 7 de septiembre en las inmediaciones de la isla Cerralvo, en el arrecife conocido como Pargo vía o La tira, donde trabajaron 18 buzos y; enfrente de la playa de Punta Arenas con cinco submarinistas. Pero un logro más significativo se llevó a cabo en esta etapa, la integración a la actividad de limpieza de 27 niños de las comunidades La Ventana y El Sargento, pertenecientes al 5to grado de la primaria Vicente Guerrero. Quienes acompañados por dos maestros y un miembro de RNAM recolectaron basura en la playa. Con la participación de los niños comienza a materializarse uno de los propósitos fundamentales de Rescatando Nuestros Arrecifes y Manglares, que es el de actuar concientizando. Los niños dieron a los buzos la oportunidad de convivir con ellos y de ver que sus acciones van tomando la forma de enseñanza en quienes serán los adultos y quizá los buzos del mañana, pues al final se impartió una plática sobre la importancia de limpiar y prevenir la contaminación del medio ambiente. En esta ocasión se colectaron en total 45 kg de línea de pesca y cuerda, 20 kg de restos de anclas y grampines, 8 kg de plástico, 5 kg de vidrio y 1 kg de latas de aluminio.
Entonces, esos amigos, además de platicar sobre una problemática de contaminación, decidieron tomar acción y no solamente quejarse ante las autoridades, al contrario, invitarlas a participar y al mismo tiempo ayudarlas a preservar el ambiente. Esos amigos pusieron manos y aletas a la obra, y afortunadamente esa plática entre quienes comparten la pasión por el buceo no terminó ahí, y lo que se gestó como una actividad de fin de semana, se ha convertido en algo más, mucho más grande y con propósitos indiscutiblemente de conservación del ambiente y de concientización de la ciudadanía. Proyecto que ha logrado conjuntar los esfuerzos de diversos sectores de la sociedad de La Paz, de La Ventana y El Sargento y, por supuesto, de las autoridades municipales, así como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp); la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), última instancia que además de apoyar ha felicitado ampliamente la iniciativa ciudadana. En lo que en mi opinión es un excelente ejemplo de la participación ciudadana en las políticas públicas, que logró sumar esfuerzos de diversas autoridades, y cada vez involucra a un sector más amplio de la sociedad. Lo que muestra como la preservación del medio ambiente es algo que compete no solamente a las autoridades, también a los ciudadanos, a todos nosotros que somos tan responsables de la basura que se vierte al medio ambiente, a los mares y los manglares, quizá más responsables que las mismas autoridades, pues si nosotros no arrojáramos la basura aquí y allá la tarea de los servicios públicos sería, sin lugar a dudas, mucho menos abrumadora. Este esfuerzo ciudadano no ha culminado, pues los organizadores ya se plantean una nueva recolección de basura en la ensenada de La Paz para octubre, con el propósito de valorar la afectación de esta zona tras la temporada de lluvias y, se han planteado seriamente realizar una actividad de limpieza submarina y/o terrestre cada mes.
Información de Roberto E. Galindo Domínguez, Maestro en Ciencias en Exploración y Geofísica Marina, Licenciado en Arqueología especializado en contextos sumergidos y buzo profesional, Licenciado en Letras Hispánicas, Licenciado en Diseño Gráfico, editorialista en «Contralínea» e Integrante de la Red de talleres de crónica «A ustedes les consta».
Con fotos de Iván Manríquez, Pablo Lizardi y Jorge Herrera Real.
