Sierras La Giganta y Guadalupe poseen 800 especies de plantas: Conanp

En estas sierras existen más de 120 oasis, más de 450 especies de vertebrados, destacándose también dos especies endémicas de encino y dos de orquídea
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La Paz, Baja California Sur (BCS). En medio de la discusión que ha generado el intento por decretar como Área Natural Protegida (ANP) las sierras La Giganta y Guadalupe, Benito Bermúdez Almada, director de la Unidad Regional Península de Baja California y Pacífico Norte de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), explica que uno de los motivos para buscar el decreto es “reducir los efectos de gases de efecto invernadero que traen consigo el cambio climático”, además de saldar “vacíos y omisiones de conservación” que ha realizado la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), pues nos existe garantía de que los recursos endémicos de la zona ecosistemas “están salvaguardados para el futuro”.

“No tenemos representación de toda la biodiversidad de México bajo un esquema de protección que garantice minimizar o reducir los efectos de gases de efecto invernadero que traen consigo el cambio climático, y las áreas naturales protegidas son uno de los instrumentos que el gobierno mexicano ha estado impulsando para reducir los gases de efecto invernadero a partir de una agricultura sustentable, ganadería sustentable, evitar la deforestación, asegurar que la conectividad ambiental continúe”.

En estas sierras existen más de 120 oasis, alrededor de 800 especies diferentes de plantas, más de 450 especies de vertebrados y miles de especies de invertebrados, según Bermúdez Almada, destacando la presencia de dos especies endémicas de encino y dos especies endémicas de orquídea.

Además, su vegetación “provee una alfombra de captación de agua que está vinculada a los grandes arroyo de Baja California Sur, que drenan hacia la vertiente del Golfo de California y la vertiente del Pacífico, que están asociados a las grandes planicies costeras del Valle de Santo Domingo”, por lo que “se estima que el setenta por ciento de la agricultura está asociada en Baja California Sur a las sierra de la Giganta y Guadalupe” y se sabe que “fue la columna vertebral que proveyó de servicios y alimentos a Baja California Sur durante tres años”, aunque “en los últimos cincuenta años perdió esos servicios y todos lo rancheros salieron de la sierra”.

“En cualquier lugar del mundo”, muestra el director de la Unidad Regional Península de Baja California y Pacífico Norte, “las áreas naturales protegidas son terrenos que pertenecen al país, en México no, el terreno pertenece a los ejidatarios, a los ganaderos, a los rancheros, a los dueños de la tierra”, y en este caso el 80 por ciento de las sierras es propiedad ejidal, donde se establecen 20 ejidos y 490 pequeñas rancherías, y precisamente este ha sido el principal tema de discusión, la tenencia de la tierra y el aprovechamiento de la misma.

La Conanp garantiza que con el decreto de ANP “no se va a afectar ni la propiedad ni los usos que se llevan a cabo en ellos”, reconociendo que en el lugar existen familias con asentamientos “de hace más de ciento cincuenta años”, quienes practican ganadería y agricultura. Por el contrario, Benito Bermúdez indica que una de las consecuencias del decreto será “garantizar y mejorar la calidad de vida del ranchero sudcaliforniano”, permitiendo la construcción de infraestructura de servicios, como torres de transmisión eléctrica, nuevas carreteras y presas.

Con el decreto se espera “garantizar esa agricultura de traspatio y pequeña, además de fortalecerla y equiparla”, así como “garantizar el drenado y el flujo de agua hacia las partes bajas”, “continuar con el aprovechamiento de las UMA de borrego cimarrón y de venado, que son un modelo de sustentabilidad” y “evitar la fragmentación del hábitat”.

Sierra la Giganta

“Vemos cómo San José y San Miguel de Comondú, San Isidro, La Purísima, San Javier, San José de Guajademí y todas las comunidades están siendo abandonadas de una manera muy acelerada, y se estima que pudieran quedar solamente vestigios de asentamientos humanos si no hacemos algo rápidamente […] Sierra La Giganta y Guadalupe es un territorio de muchísimo valor para México, desde el punto de vista histórico y social, pues los primeros asentamientos de los primeros californianos, hace miles de años, están con registros y evidencia en ese territorio”.

El ANP estaría dividida en “zona núcleo y zona de amortiguamiento”, en la segunda estarían permitidas “todas las actividades económicas que se vienen practicando a la fecha”, y la zona núcleo, que comprende tres sitios que sumados son el 1.5 por ciento de la región, prevería ciertas restricciones, aunque se trata de zonas con altos promedios de precipitación, sin asentamientos humanos, donde no se desarrollan actividades productivas y habita el bosques de encinos.

Conanp Benito Bermudez Almada

En 2003, recuerda el director, la Conabio realiza un estudio donde se evidencia la existencia de “vacíos y omisiones de conservación” en todo el territorio mexicano, “y en estos vacíos y omisiones de conservación apareció la Sierra de la Giganta”. En 2008, se somete ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) la propuesta de crear un ANP en estas sierras, y cuatro años de análisis más tarde “las unidades jurídicas de Semarnat y Consejería Jurídica de Presidencia de la República” validaron divulgar en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un aviso, el cual se publicó hasta junio de 2014, respecto al intento por realizar el decreto, dando inicio así a los procesos de consulta ciudadana.

El 10 de julio de este año el presidente Enrique Peña Nieto instruyó a la Semarnat agilizar los estudios previos justificativos para decretar ANP en todo México, además de las sierras sudcaliforniana, el desierto zacatecano; Monte Mojino, en Sinaloa; las islas del pacífico, desde Tijuana hasta Bahía Magdalena; Playa Tortuguera en Colima; Marismas Nacionales en Nayarit y la Sierra Tamaulipeca, lo que incrementó la premura por lograr la conservación de la zona.

Al día de hoy, en México existen 177 áreas naturales protegidas, lo que es igual a 25 millones de hectáreas, mientras que en los escritorios de la Semarnat esperan más de 400 solicitudes para crear otras nuevas.


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