A casi un mes del rescate de jornaleros explotados en Comondú, no hay detenidos

Ni los enganchadores ni los propietarios de los ranchos, han sido detenidos
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Comondú, Baja California Sur (BCS). A casi un mes del rescate de 200 jornaleros agrícolas explotados en Comondú, no hay ninguna persona detenida.

Los jornaleros fueron rescatados de los ranchos “Los Cerritos” y “El Cerezo”, y a la fecha, ni el alcalde de Comondú, Antonio Ojeda Molina, el gobernador Marcos Covarrubias Villaseñor, ni el secretario del Trabajo y Previsión Social del país, Alfonso Navarrete Prida, han realizado acciones para castigar y llevar a la justicia a los responsables de enganchar, engañar y explotar a 13 niños y 167 adultos que trabajaban extenuantes jornadas laborales en condiciones completamente inseguras, insalubres, recibiendo sueldos miserables y sin derecho a ningún tipo de prestación social, contraviniendo así las leyes estatal y federal del trabajo.

La delegación de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en Baja California Sur, detectó 113 violaciones a la legislación laboral vigente, entre las que destacan el pago del salario poco más de tres veces menor al pactado entre patrones y trabajadores; el abuso físico y sexual de algunos jornaleros; los empleados laboraban sin ningún tipo de equipo de seguridad, como ropa, calzado, guantes y fajas para cargar; el hacinamiento de trabajadores en chozas construidas de varas, bolsas de plástico y costales, en terrenos baldíos llenos de lodo y basura; la colocación de un solo sanitario para todos los trabajadores, el cual estaba en condiciones completamente insalubres y repleto de moscas; la cocina en completo desorden y sin ninguna medida higiénica para la conserva de alimentos, que inclusive estaban tirados en el piso; la preparación y entrega de alimentos en estado de descomposición, entre otros.

Habrá que recordar que después de realizar la inspección, empleados de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social solicitaron la presencia de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) y del Agente del Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), quienes dieron fe de los hechos y abrieron por separado una investigación en torno al caso.

El Agente del Ministerio Público de la PGJE, Mayte Mireya Villalobos Sánchez, presentó a declarar a los dos enganchadores, de nombre Fortino Pellegaud Osorio, de 39 años y originario de Juan José Ríos, Sinaloa, y Jorge Alejandro Berrelleza Ruelas, de 35, oriundo de Navolato, Sinaloa.

Los dos reconocieron ser los representantes de los jornaleros agrícolas. El primero, de los 100 trabajadores del rancho “El Cerezo”, y el segundo, de los 70 del rancho “Los Cerritos”, quienes dijeron cobrar 8 pesos por costal recolectado de papa y pagar sólo 4 pesos a los jornaleros, porque “tenían que sacar los costos del viaje de ida y vuelta, y de la alimentación de los trabajadores, que eran tortilla, arroz y frijol”.

Los dos enganchadores y Juan Carlos Vera, responsable de los ranchos y representante de la compañía Agrícola Cerezo, S. P.R de R.L de C.V., originaria de Chihuahua, no han sido detenidos por la PGJE por los delitos de trabajo infantil y trata de personas.

“Por el contrario, el enganchador Jorge Alejandro Berrelleza Ruelas salió el pasado 18 de marzo junto con 70 de los jornaleros agrícolas rumbo al Estado de Chihuahua, desde la terminal marítima de Pichilingue en La Paz; tenía pendiente una denuncia de intento de abuso sexual interpuesta por la jornalera Crucita Molina Quintero”, se publicó en el portal de noticias Sin Embargo.

En tanto, el otro enganchador, Fortino Pellegaud Osorio, seguía libre y sólo movió a su grupo de 100 jornaleros del campamento, donde estaban hacinados, hacia un almacén por el arroyo “Las Bramonas”, localizado entre el tramo carretero de Ciudad Constitución a Ciudad Insurgentes.

Tras el escándalo, el propio delegado de la Secretaría del Trabajo admitió que en vez de actuar contra los explotadores, negociaron con los dueños de los ranchos para que pagaran directamente a los trabajadores los 8 pesos por costal que habían prometido, y a partir de esa fecha, no se les daría un sólo centavo a los enganchadores, quienes tenían la figura de intermediarios entre los patrones y los trabajadores.

Con información de Sin Embargo


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