Advierten inminente extinción de vaquita marina en el golfo de Cailfornia; sólo quedan 60

El experto de Greenpeace comentó que aunque se prevé su extinción inminente para el año 2020, esto podría ocurrir antes, debido a una alza en su tasa de mortandad
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La Paz, Baja California Sur (BCS).  Según la información emitida a través de el medio El Universal, luego de que Greenpeace reportara al menos 97 ejemplares de la vaquita marina en 2014; a la fecha, sólo se calcula una población de 60 especímenes distribuidos en el Alto Golfo de California, por lo que según informes del Instituto de Ecología y Cambio Climático (INECC) la extinción de este animal es casi inminente.

Aunque para el año 2022 se proyectaba su recuperación, la dependencia dio a conocer que, dado a la falta de un hábitat más amplio para vivir y reproducirse, la especie ha ido a la baja, aunado a que las vaquitas marinas comparten espacios con los peces totoaba, los cuales son muy apreciados en el mercado asiático por lo que es pescado ilegalmente –dado que la veda de esta especie está fija desde el año 1975– y vendido al mercado chino y japonés.

“ El destino de la vaquita marina, según lo plantea el Comité Internacional para su recuperación, es que de aquí a 2022 se proyecta su extinción casi inminente; sin embargo, si consideramos su tasa de mortandad y las últimas 3 vaquitas muertas en marzo de este año, en plena temporada de totoaba, la viabilidad de la población se reduce, por lo cual se esperaría que incluso, en un par de años, la especie pudiera estar extinta. Esto, por supuesto, hablaría muy mal de las políticas mexicanas sobre esfuerzos infructuosos por rescatar este animal”, comentó el coordinador de la campaña de océanos de Greenpeace, Miguel Rivas.

En ese sentido, el experto comentó que la ampliación del polígono de protección de la vaquita marina no fue muy funcional, puesto que las instituciones encargadas de resguardarla como lo son la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría federal de Protección al Ambiente (Profepa) están pasando por cortes de presupuesto.

Es decir, las dependencias aumentaron el área de protección, pero se redujeron los recursos para vigilarla, por lo que, comentó que si éstos no se aumentan en la misma proporción, no funciona.

Así mismo, el especialista reiteró que se deben generar otros tipos de fiscalización de la pesca, como el colocar dispositivos Gps en las pangas o sistemas de monitoreos en línea; sin embargo, dijo, esto sólo funcionaría con el respaldo y la vigilancia de las autoridades correspondientes.

“Son buenas medidas, y están dentro de lo que las organizaciones no gubernamentales han pedido, pero sin que se frene la pesca de la totoaba, nada funcionará”, finalizó.

 

Con información de El Universal


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