Aún restan más de 1,800 lámparas por reparar desde el embate de Odile en La Paz

En La Paz, según datos de esta dependencia municipal, contamos con alrededor de 15,700 luminarias, de las cuales funcionan casi 13,900
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La Paz, Baja California Sur (BCS). Desde el huracán Odile, que tocó tierra el 15 de septiembre de 2014 en La Paz, se ha reparado el 75% de las 7,340 lámparas públicas que dejaron de funcionar o fueron derribadas por los vientos, es decir cerca de 5,505, según asegura Pedro Alba Huerta, director de Servicios Públicos Municipales del Ayuntamiento de La Paz, quien asegura que para el mes de febrero se habrán reparado las más de 1,800 restantes.

En La Paz, según datos de esta dependencia municipal, contamos con alrededor de 15,700 luminarias, de las cuales funcionan casi 13,900, lo que significa el 88.5%, siendo la meta llegar a por lo menos el 92% de forma de funcionamiento, indica Alba Huerta, advirtiendo que un 100% es prácticamente imposible.

“Que nos tengan paciencia, porque está grande la ciudad, además independientemente siguen fallando por el uso normal de los aparatos eléctricos, de las lámparas, van fallando las que van cumpliendo su vida útil […] Es como en la casa de uno, tú pones un foco y al otro día te falla otro, y conforme ha ido creciendo la ciudad van incrementando las lámparas, y hay unas que tienen más edad que otras, por eso al cien por ciento cubierto es muy difícil que estén […] Tendríamos que cambiar todas las lámparas al mismo tiempo, lo que es prácticamente muy difícil”.

Por otro lado, el director de la dependencia municipal se refirió a los árboles que ya han alcanzado suficiente altura para dañar instalaciones eléctricas, obstaculizar el reflejo de faros y convertirse en un peligro en caso de caer a causa de los vientos, solicitando a la ciudadanía que si existe alguno frente a su domicilio lo reporten a Servicios Públicos municipales o se encarguen ellos mismos de podarlos.

“En ese sentido solamente trabajamos sobre lo que solicita la gente, porque hay gente que se opone a que le podes al árbol porque tiene la sombra, y es un problema, sobre todo en el centro de la ciudad, donde tenemos que sacar una anuencia o un permiso, aunque el árbol esté en la vía pública, porque es lo que le da sombra al negocio, al carro […] Antes, por costumbre, la gente podaba antes de la temporada de ciclones, y también podaba CFE, pero se fue perdiendo esta costumbre […] Hay gente que se enamora de los árboles y no quiere que los toques”.


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