La Paz, Baja California Sur (BCS). Estruendo de mofles; edecanes que anuncian llantas, aceites para motor y alcohol; uniformados, desde estudiantes a policías y desde obreros a soldados; extranjeros; música de banda; 500 metros de calles cerradas; estacionamiento colapsado; bares móviles para desayunar; calor en noviembre; hot-dogs; medios de comunicación y funcionarios públicos tomándose fotografías; esto y más es la carrera Baja 1000 en La Paz.
La fiesta empezó cuando cayó la noche del 13 de noviembre, algunos solicitaron permiso para faltar al trabajo, otros fueron a trabajar a la meta de la carrera; algunos trabajaban brindando seguridad, otros bailaban trabajando y te invitaban a beber.
Aunque durante el jueves se vivieron los momentos más álgidos de la celebración a los autos que atraviesan el desierto, fue hasta el viernes por la mañana, con la mayoría de los enfiestados amanecidos, que llegaron los primeros competidores.
Ricky Brabec fue el primer motociclista en finalizar la Baja 1000 2014, y tres horas más tarde arribaría el trophy truck del equipo de Rob MacCachren, en donde Jason Voss manejaría hasta la meta en la colonia Fidepaz. David Maurice, James East y Brady Thompson también son parte del equipo MacCachren.
Los automóviles más populares en esta carrera son los trophy trucks, que tienen un precio aproximado de 100,000 a 350,000 dólares, por lo que el off road es un deporte practicado mayormente por gente con dinero y disfrutado hasta la embriaguez, en gran número, por aquellos que carecen de él.
El evento estuvo vigilado por soldados y policías municipales, tan sólo estos últimos sumaban 72 elementos y siete unidades, quienes permanecerán hasta el sábado 15 de noviembre a las 13 horas esperando a los últimos competidores. La policía municipal reportó saldo blanco.
que falta de respeto hacia los que gustan de esta clase de eventos, que poco profesionalismo…