La Paz, Baja California Sur (BCS). El proyecto Cabo Santos, promovido como un desarrollo turístico y residencial sostenible, busca asentarse en 307.16 hectáreas al suroeste de Todos Santos. Según los documentos técnicos presentados a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para la Manifestación de Impacto Ambiental, se planean hasta 1,452 residencias y 500 cuartos de hotel, acompañados de áreas comerciales, recreativas y un club de tenis.
“Comprende la integración de obras previamente autorizadas o que no requirieron autorización en materia de impacto ambiental, como son vialidades, planta de tratamiento residuales, restaurante El Mirador, Club de Playa El Faro, así como la posibilidad de construir hasta 1,452 viviendas y 500 cuartos de hotel”, refiere el documento.
El objetivo declarado es consolidar un complejo de baja densidad que potencie el turismo local y respete el entorno natural. Sin embargo, su escala y los cambios que implica han despertado preocupaciones sobre su impacto ambiental y social.
Aunque el monto total de inversión no fue detallado, el proyecto incluirá obras como una planta de tratamiento de aguas residuales y un parque solar fotovoltaico. Además, el desarrollo se compromete a evitar afectaciones a zonas de dunas, humedales y áreas naturales protegidas.
“El predio carece de condiciones ambientales únicas o prístinas, asimismo, cuenta con obras existentes que están actualmente en operación”, afirma el informe técnico.
Una de las áreas críticas del proyecto es el cambio de uso de suelo forestal en 21.94 hectáreas, afectando principalmente vegetación de matorral sarcocaule y duna costera. Aunque el estudio menciona que el terreno está “antropizado” y no alberga alta biodiversidad.
El proyecto se desarrollará en etapas durante un período de 50 años, con una vida útil proyectada de hasta 90 años. En la primera fase, se construirán 74 residencias, 132 cuartos de hotel, áreas recreativas, senderos para bicicletas y una zona glamping con 26 cabañas.
Además, se contempla la creación de vialidades internas en 28.86 hectáreas. A pesar de estas promesas de modernización, el impacto visual y cultural en el entorno de Todos Santos es otro de los puntos que genera debate.
Finalmente, el proyecto se presenta como una oportunidad de crecimiento turístico para Todos Santos, por lo que su ejecución debe equilibrarse cuidadosamente con la protección ambiental y la preservación de la identidad local. Los próximos pasos estarán bajo el escrutinio de las autoridades y la sociedad civil.
