La Paz, Baja California Sur (BCS). La aprobación de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, que entró en vigor el pasado miércoles 13 de agosto con la promesa de asegurar la inclusión digital universal de internet, así como extender la competencia y mejorar la calidad y precio en los servicios, es la principal causa de que Teléfonos de México (Telmex) haya cancelado una millonaria inversión para construir una segunda línea de conexión con fibra óptica entre la media península y el macizo continental.
Así lo asegura José Guadalupe Mendoza Rodríguez, secretario general del Sindicato de Telefonistas en La Paz, quien precisa que el proyecto, cancelado a principios de año, pretendía conectar con fibra óptica submarina a San José del Cabo, en el municipio de Los Cabos, con Mazatlán, Sinaloa, invirtiendo más de 200 millones de dólares.
“Yéndose la fibra se cae todo, bancos, datos, enlaces digitales, todo”, recuerda Guadalupe Mendoza, haciendo alusión a las dos últimas ocasiones en que se ha cortado la comunicación en el estado, ocurridas ambas en 2014, mostrando que significó pérdidas de hasta 20 millones de pesos. Estos dos últimos desperfectos, asegura, han sido provocados por la construcción de la carretera de cuatro carriles que conecta a la capital del estado con la zona norte.
Hoy por hoy, apunta el secretario general del sindicato de Telmex, la única conexión que existe entre BCS y el resto del país es la de Santa Rosalía, en el municipio de Mulegé, con el puerto de Guaymas, en el estado de Sonora.
En el mismo tenor, explicó que la nueva Ley Telecom también tiene afectaciones indirectas para los casi 400 trabajadores de Telmex en el estado, así como para los del resto del país, pues al no cobrar más por larga distancia se estarán perdiendo hasta 20 mil millones de pesos al año, lo que obliga a la empresa a modificar el contrato de sus empleados. Esto sin mencionar que al ser considerada preponderante en el mercado de las telecomunicaciones, Telmex tiene prohibido acceder a los paquetes de servicio conocidos como “triple play” –internet, teléfono y televisión de paga-, lo que podría compensar, indica, las pérdidas por la larga distancia.
Así, Mendoza Rodríguez adelanta que el Grupo Carso ya ha propuesto modificar ciertas cláusulas del contrato colectivo para amortiguar sus pérdidas, como lo referente a la jubilación. Actualmente, quienes fueron contratados de 2009 hacia atrás, pueden jubilarse cumpliendo 53 años de edad o 25 de servicio, contando con el 50 por ciento de su salario como pensión; los que fueron contratados del 2010 en adelante deben 31 años de servicio, sin importar su edad, para merecer una pensión, la cual sería del 80 por ciento del sueldo que recibían al retirarse; mientras que las nuevas disposiciones pretenden que los trabajadores se retiren a los 65 años de edad o después de prestar 35 años de servicio.
