La Paz, Baja California Sur (BCS). Los Centros de Reinserción Social de Baja California Sur tienen una calificación de 5.47 a nivel nacional, lo que coloca dentro del grupo de los 13 estados de la República Mexicana con «semafóro en rojo» por su deficiente atención a rubros específicos registrados en el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP) 2015 que llevó a cabo la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH); en el estudio que refleja las condiciones del año pasado, el Cereso de La Paz obtuvo una calificación de 5.32, el de Ciudad Constitución 5.35, y el de San José del Cabo 5.75 puntos.
En los resultados del DNSP 2015, en el caso de BCS, sólo uno de los 5 indicadores a evaluar no esta «en rojo», tomando en cuenta que en su escala: «en rojo» es por calificación de 0 a 5.9, «en amarillo» de 6 a 8, y «en verde» de 8.1 a 10 —color que no obtuvo en ningún rubro la media península—. Estos indicadores son: aspectos que garantizan la integridad física y moral del interno; aspectos que garantizan una estancia digna; condiciones de gobernabilidad —único «en amarillo»—; reinserción social del interno; y atención a grupos de internos con requerimientos específicos. Además, en los registros de este estudio de la CNDH desde 2011, la tendencia es que BCS empeora en todos los sentidos, pues en dicho año tuvo una calificación de 6.61 que ha ido bajando paulatinamente, siendo de 4.59 en 2014, y el año pasado bajó a 5.47.
Y es que sólo en el primer indicador —aspectos que garantizan la integridad física y moral del interno— donde se califican condiciones de sobrepoblación, hacinamiento, separación de hombres y mujeres, servicios de salud y prevención a violaciones de los Derechos Humanos, entre otros rubros, 2 de las 3 cárceles de BCS sobrepasan su cupo; en el caso de La Paz, hay una capacidad para 540 internos con una población —en 2015— de 934, y en el de Comondú la capacidad es para 217 y había 143, sólo el de Los Cabos no rebasaba en dicho año su población de 810, registrando 499 internos. Cabe aclarar que según el DNSP 2015, La Paz reprobó en todos los indicadores, y los otros 2 Ceresos tuvieron «amarillo» sólo en el aspecto de gobernabilidad.
A nivel nacional, Guanajuato es la única entidad que está «en verde» con una calificación de 8.2; «en amarillo» hay varios estados, destacando Aguascalientes con calificación de 7.75, Baja California con 7.42 y Chihuahua con 7.38; mientras que «en rojo» hay 13 entidades federativas, siendo Nayarit la de peor calificación con 4.11, seguido de Quintana Roo con 4.43 y luego Guerrero con 4.99, y más adelante, en el lugar 8: Baja California Sur. Pese a este panorama, las prisiones en la media península están dentro de aquellas con menos desórdenes y quejas, pues en 2015 se registraron 0 homicidios, suicidios, motines, abusos y desórdenes, aunque sí contabilizaron 5 riñas y 9 quejas con un total de 14 irregularidades en este sentido, muy lejos de las 2,353 registradas en las cárceles del entonces Distrito Federal.
El DNSP 2015 —manifiesta la CNDH— es un instrumento que observa las condiciones de respeto de los Derechos Humanos dentro del sistema penitenciario de México, «bajo la perspectiva establecida en la normatividad nacional e internacional, que le confiere a las autoridades la obligación de respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de las personas en reclusión»; su aplicación «se realizó sobre una muestra conformada por 130 (36 %) centros penitenciarios estatales, varoniles, mixtos y femeniles, de un total de 359 que hay en el territorio nacional, cuya población total de acuerdo al dato obtenido al día de la supervisión fue de 194,977 internos, lo que corresponde al 87 % del total de la población recluida en centros estatales».
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