La Paz, Baja California Sur (BCS). En Punta Gorda, 14 kilómetros al este de San José del Cabo, municipio de Los Cabos, GFR Inmobiliaria de Negocios, S.A.P.I. de C.V. busca construir un recinto turístico inmobiliario con una extensión aproximada de 473 hectáreas, pero la empresa ocuparía 700 millones de dólares para el ambicioso proyecto.
La Manifestación de Impacto Ambiental fue ingresada a la Dirección de Impacto y Riesgo Ambiental de la Semarnat el 29 de julio de 2014. Casi dos meses después, la autoridad ambiental ha decidido ponerlo a consulta pública a la sociedad.
De aprobarse, la llegada de otro campo de golf de 77 hectáreas, con un lago artificial de 4.8 hectáreas y que estará rodeada, de acuerdo con el plan maestro de la obra, por vegetación de la región.
Tres hoteles se edificarían en un área de 23 hectáreas que sumarán 409 nuevos cuartos hoteleros a la municipalidad. Contarían con restaurante, salones de fiestas, juntas y conferencias, áreas públicas con gimnasio, spa y centro de entretenimiento, alberca, área de juegos, oficinas administrativas, área de mantenimiento e instalaciones de servicios, instalaciones para empleados y estacionamiento.
Al mismo tiempo, se contempla establecer en un terreno de 7 hectáreas, 79 unidades residenciales de tiempo compartido o fraccional. 240 y 400 metros, aproximadamente, más cerca de la playa, 109 lotes se destinarían para edificios unifamiliares cubriendo una superficie de 16 hectáreas.
En una zona de 14,000 metros cuadrados se ubicaría una planta de tratamiento de aguas residuales que se usaría dentro en el complejo para regar el campo de golf. Contará con una capacidad aproximada de producir 3,000 metros cúbicos al día de agua gris.
Por otro lado, una planta desaladora proveería de 118 litros por segundo, de los cuales 34 litros por segundo serían para el mantenimiento del campo de golf y 84 litros por segundo serán para consumo general.
“El proyecto será un desarrollo inmobiliario dirigido al mercado de propietarios de residencias de descanso y recreación, así como al turismo de hotel de lujo. Al no ser en su mayoría viviendas ocupadas los 365 días del año, la demanda de servicios como electricidad, agua y drenaje será baja, creciendo y alcanzando su máximo en periodos vacacionales de verano e invierno”, explica la compañía.
En los 447.87 hectáreas que se localizaría el complejo hotelero-inmobiliario, “el 100 % cuenta con vegetación natural debido a la escases de impactos antropogénicos (del hombre)”.
