De minero a paletero cantarín; Rofomex lo despidió por «demencia», y no le dio ni un peso

Herman Quintero trabajó más de seis años como conductor de shuttle car, pero fue despedido hace casi tres meses por un diagnóstico de lagunas mentales
Comparte esta noticia en:

La Paz, Baja California Sur (BCS). Herman Quintana Flores, con menos de tres meses empujando un carrito de nieves y paletas heladas, empieza a convertirse ya en un punto de referencia -donde está el paletero que canta- debido a la peculiar forma de vender sus productos. Apenas este año la empresa minera Roca Fosfórica Mexicana (Rofomex) lo despidió, era conductor de shuttle car, acusándolo de consumir drogas y padecer lagunas mentales.

“Hasta ahorita no he llegado a ningún arreglo con la empresa, inclusive ando buscando un abogado para que me apoye porque se me hace algo injusto. Ellos dicen que yo estoy mal, que tengo lagunas mentales, y que soy una persona que uso sustancias, químicas o enervantes, y es algo que yo no uso, soy una persona sana, soy natural, así soy, alegre […] Me mandaron con un médico de la empresa y el doctor me diagnosticó lagunas mentales, y yo fui al Seguro, como corresponde, con el psiquiatra, y el psiquiatra a mí me está diciendo que estoy en perfectas condiciones, y me hizo un dopaje, donde resultó que soy una persona sana y limpia”.

Paletero bailador

Trabajó para Rofomex durante seis años y nueve meses. Ahora tiene esposa y está a menos de 30 semanas de ser padre. Su despido, que llegó de manera completamente inesperada, asegura, lo resignó a hacerse de cualquier empleo, por lo que no dudó en vender paletas cuando un hermano cristiano lo invitara a trabajar con él.

“Yo soy cristiano, soy creyente, y le pedí al señor que me ayudara a conseguir algo para salir adelante con mi familia, y un hermano de la religión es paletero y me invitó a vender paletas […] El primer carrito que me dieron no tenía campana, y pensé ‘cómo le hago para llamar la atención’, y empecé con ‘traigo paletas, nieve, boli, esquimales, mordiscos”, y luego se me ocurrió lo de ‘ya llegó el paletero, ya llegó’, y empezaba así a gritar por las calles. Caminando, empujando el carrito y cantando, pues me bofeaba, entonces pensé en venir a pararme aquí en Soriana”.

Por supuesto, tiene no pocos problemas con Plaza Forjadores, que es donde se ubica, por lo que ahora se limita a vender, bailar y cantar sólo sobre la banqueta. “Estoy en la vía pública, es lo que les digo a los guardias”, explica, mostrando que no pueden evitar que la gente y, sobre todo los niños, pidan un boli del paletero cantarín.

paletaro cantador la paz 2

Pero hay que decirlo, al menos para finalizar, que Herman no piensa cantar y vender golosinas congeladas por siempre, pues su sueño es contar con su propio negocio, “criar marranos y chivas”, dice, o “poner una llantera”.

“Yo sólo quiero trabajar y cuidar a mi familia. Me gustaría que se respetaran unos a otros, que tengan un poquito de consideración hacia las personas, porque van por ahí, con el mal humor, y van faltándole al respeto a uno y luego al otro, y luego no hay hermandad. Es lo que quiero”.


Comparte esta noticia en:
×