Ciudad Constitución, Baja California Sur (BCS). Habitantes de Puerto San Carlos, municipio de Comondú, manifestaron su inconformidad por la apatía por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) al «solapar» la adjudicación y privatización de una de las pocas playas de esta comunidad –conocida como «La Mantequilla» o «Playa del Puente»—; según testimonios hechos llegar a un medio local, un particular se apropió de esta área y prohíbe el acceso de los paseantes.
El Sudcaliforniano publica que «La Mantequilla» es uno de los lugares que más se frecuentaba en Semana Santa y en verano, tanto por habitantes de esta localidad como por visitantes de otras poblaciones, quienes habían utilizado siempre este lugar conocido como balneario público «y ahora se extrañan de que gente ajena a la comunidad se haya apropiado de esta playa y que se les prohíba el acceso a la misma».
Bajo la complacencia de la Profepa, la Semarnat y autoridades municipales –indican los denunciantes-, se ha solapado que un particular se haya apoderado de la playa, «privatizándola y prohibiendo el paso a los visitantes mediante la instalación de postes con cadenas y candados», además de apoderarse también de las palapas que el Gobierno Municipal de la pasada administración construyó en dicho lugar, reubicándolas frente a la casa rodante para ser utilizadas como cocina y comedor particular.
Agregaron que esta playa natural, rodeada de manglares, también ha sido gravemente afectada en su entorno natural por quien se apoderó de este espacio público al arrojar sobre la playa varios camiones de volteo de concha de almeja catarina, echando a perder la limpieza antes imperante, todo ello sin que ninguna autoridad se lo impida, como tampoco que se construyera una plataforma de concreto, al aparecer para el atraque de una embarcación marina, una rampa y algunos muros de piedra con concreto.
Los sancarleños solicitan a las autoridades de los 3 niveles de gobierno que, ante la escasez de playas y balnearios en el puerto, y ante la proximidad de la Semana Santa, esta playa sea rescatada como espacio público; además, que se obligue al o los responsables a limpiar totalmente la playa de la filosa concha de almeja arrojada, que se reacomoden las palapas en su lugar de origen y no se permita que se utilice este espacio determinado por ley como zona federal marítimo terrestre, dentro de los 20 metros de la última marea, como zona exclusiva o privada.
Con información y foto de El Sudcaliforniano.
