Dueño de Pedregal de La Paz y Los Cabos protagoniza zafarrancho en restaurante; hubo golpes

La Paz, Baja California Sur (BCS). Este 23 de marzo, entre las 21:00 y 23:00 horas, en el restaurante Apostolis en la ciudad de La Paz, uno de los dueños del Pedregal de La Paz y Los Cabos, José Manuel Díaz Rivera, y su esposa, quienes, en estado de ebriedad, protagonizaron un zafarrancho, agrediendo física y verbalmente a las propietarias, empleados y clientes del lugar, porque se estaban tardando en servir los platillos que habían ordenado; profiriendo insultos y amenazas de muerte, a la mesera y al chef, principalmente.

Vaitsa Penélope Blougouras Cabrera, una de las dueñas del restaurante, relató cómo sucedieron los hechos: “Ayer todo pasó alrededor de las 9 de la noche, llegaron esas personas, en ese momento teníamos el restaurante lleno y dándole servicio los clientes que llegaron primero; cuando llegaron yo les dije que se iba a tardar, les informamos para que no hubiera malos entendidos, hasta ahí estábamos bien, senté a las personas, llevé los menús que lo que es el servicio; de inicio me pidieron unos tragos, tardamos un poquito en llevarlos, y como que eso fue lo que empezó a calentar la situación; fue mi hermana Ariadni, que es la mesera, a atenderlos y levantarles el pedido, la empezaron a humillar y agredir, a decirle cosas como si fuera una gata, y así quedó, y se regresó; mi hermana Estefanía, que es la encargada, pero que en ese momento estaba en la cocina, salió a decirles que estábamos tardando, que estaba lento el servicio y que por favor más respeto hacia la mesera.

«Después, el chef Carlos se da cuenta que no tenemos algunos productos para elaborar los platillos, sale a la mesa y les dijo ‘se me acabó el pulpo’, porque la mayoría de los platillos que ellos pidieron eran con pulpo, les ofreció algo más, pero ese señor, José Manuel Díaz Rivera y su esposa, empezaron a ser groseros con él, no recuerdo muy bien las palabras que le dijeron, él les pidió que tuvieran respeto, y fue cuando se armó todo.

«El señor empezó a decir ‘me mandas la cuenta a…’, y empezó a mencionar una calle donde según había casas de narcotraficantes y sicarios, que le mandáramos la cuenta ahí; hubo algo de palabras, se levanta esta persona, amenazó al chef y lo quiso golpear, él y su hijo; para esto, estaban saliendo otros clientes que teníamos aquí, que traían  a personas de tercera edad y niños pequeños, y le dijeron ‘oye, traemos niños, cuidado’, pero también empezaron a agredirlo, cuando menos pensé, nos dimos cuenta que se estaban agarrando a golpes en la esquina, aquí en la calle Morelos, fue todo muy rápido, esa persona empezó agredir a las señoras, a las personas que venían ahí, a los señores, y, pues se fueron a los golpes.

«Le llamamos a la policía, que no llegó puntual, fueron varios minutos golpeándose, en este momento, salimos mis dos hermanas y yo, no entendíamos qué pasaba, y ya vimos que estaba el pleito, salimos las 3, y en eso ellos ya se separaron, mi hermana Estefanía salió y le dijo a la esposa que por favor se retirarán, y la vieja, perdón por la palabra, empezó a insultar a mi hermana, a decirle ‘tú tienes la culpa’, pero se lo decía con una saña, ‘tú tienes la culpa, por tu culpa está pasando todo esto, desde que saliste a la mesa me caíste gorda’, mi hermana no le contestó la agresión, le pidió que por favor se retirara, y se dio la vuelta, entonces quedamos mi hermana Ariadni y yo, nos siguieron insultando, al muchacho de la cocina lo amenazó, que lo iba a matar y que no sabía con quién se metía […] De pronto, el hombre se dejó venir, porque mi hermana le dijo a la señora ‘es una naca corriente, dónde está tu clase’, el señor dijo ‘con mi mujer no te vas a meter, hija de tu…’, se viene el señor y me empieza a golpear en la cara, fueron alrededor de 3 puñetazos entre lo que es el tabique y el ojo derecho, yo metí las manos, después me lo quitan de encima, me pegó como si yo fuera un hombre.

«La policía todavía no llegaba, se medio calmaron las cosas; la clientela, con niños de 7 a 8 años llorando; una persona de la tercera edad, con Alzheimer, asustada y que también salió golpeada; tenemos 2 menores de 2 años, a uno lo golpearon; teníamos otra mesa con puras personas mayores, de 95 años una de ellas, con histeria y susto, fue algo muy fuerte.

«A mi hermana la metieron, nos metimos, y cerramos la reja, siguieron las agresiones verbales, mi hermana estaba parada la ventana, el hombre permitió la mano y la jaló del cuello, la amenazaba de que me la iba a matar […]  De ahí empezó con sus amenazas, y territorio, amenazó al chef, nos amenazó con fregar el restaurante, que iba a acabar con él y ese tipo de cosas; ahí se calmaron un poquito las cosas, nos dimos cuenta que la Policía los interceptó en la esquina de la calle Victoria, también noté que estaba en estado de ebriedad”, agregó Blougouras Cabrera.

La propietaria del lugar dijo que, aunque los protagonistas de la pelea venían con un grupo de personas, sólo fueron el señor y su esposa quienes hicieron todo el escándalo y riñas en el restaurante; además, señaló que se les percibía con aliento alcohólico desde que llegaron.

“Eran 2 familias, 8 personas, el señor José Manuel, con su esposa, y si mi memoria no me falla, venía con su hijo y una muchacha, que no sé si era hija de él o de la otra pareja; de los otros eran el señor y la señora, y otros dos muchachos, en total eran 4 adultos y 4 jóvenes […] No, nada más este me percaté porque olían demasiado fuerte la pareja del señor Manuel y su esposa, de las otras personas no lo percibí, tampoco se portó grosero, imprudente, nunca fue agresivo, al contrario, nada más el otro señor que venía muy tomado […] También pasó algo, yo no lo escuché, sino que algunos clientes me dijeron, y hay testigos, que cuando estaba el pleito en la esquina, la señora incitó al hijo de que viniera adentro por unos cuchillos, imagínate eso pudo haber llegado a más, por un servicio que no fue el correcto, el adecuado, pero no era para tanto”.

Después de todo el conflicto, la Policía Municipal se llevó detenidos a las personas; pero, cuando las dueñas del lugar fueron al Nuevo Centro de Justicia Penal a interponer una denuncia formal, no supieron en dónde estaban estas personas, y que, al parecer, sí los detuvieron, pero los terminaron por liberar.

“Estaba muy presionada, y ya les iba a dar el perdón, pero llegó mi hermana y me dijo que habían golpeado a niños, y me dijo que sí, que se lo llevara la policía, porque no era justo, por todo el caos que provocó, no nada más a nosotros, sino a las otras personas que estaban aquí, al final, fue la municipal quien se hizo cargo de ellos […] Todo eso sucedió ya como a las 10:30 u 11 de la noche; después, fuimos a levantar la denuncia al nuevo edificio de justicia, como a eso de las 12, nos dijeron que quizás ahí los habían llevado, pero no estaba ahí, entonces ya no supimos que pasó, pero nos enteramos que al parecer sí los detuvieron, pero los liberaron; nosotros hicimos la denuncia y vamos a darle seguimiento a lo que sigue”.

Finalmente, Blougouras Cabrera comentó que su padre averiguó que esta persona, José Manuel Díaz Rivera, es uno de los dueños del Pedregal de La Paz y de Los Cabos, hecho que desconcierta más a estos empresarios, pues dijo, se esperaría que fueran más educados.

“Cuando sucedió esto, hablé con mi papá, y él se comunicó con una persona, y le dijeron quién era este hombre, y resultó que es dueño o era dueño del Pedregal, y pues con mayor razón, qué es lo que pasa, son gente supuestamente educada, empresarios, de negocios, por qué esa conducta, independientemente de todo”.