La Paz, Baja California Sur (BCS). El ejecutivo estatal, Marcos Covarrubias Villaseñor, declaró que el asesinato de Jonathan Hernández Ascencio fue un caso “muy manoseado”, luego de ser cuestionado por la libertad que dictó un juez al último sospechoso de crimen, Daniel Sánchez Avila; se dijo respetuoso de la resolución emitida por el tribunal.
“La procuraduría tomó este caso heredado, y que desgraciadamente estaba muy manoseado”. El encarcelamiento de Daniel Sánchez Ávila, dijo, se debió a que en él habían encontrado una nueva línea de investigación.
Prueba de que vivimos en un estado “de justicia, legalidad y pleno respeto al derecho”, aseveró, es que ahora el joven fue absuelto por la orden de un juez, que no encontró elementos en su contra.
“En el caso de Daniel, no se encontraron pruebas contundentes, había pruebas, pero no las suficientes para que pisara la cárcel”, declaró Covarrubias Villaseñor.
Destacó que en ningún momento la procuraduría y su titular han trabajado bajo la consigna del gobernador; existe autonomía en el Poder Judicial, concluyó.
