La Paz, Baja California Sur.- Entre gritos, jalones, consignas y hasta lágrimas de los asistentes, legisladores del Congreso de Baja California Sur, aprobaron la minuta envidiada por la Cámara de Diputados que pretende reformar la Constitución Política de México, para permitir la inversión de capital privado en el sector energético.
En un tiempo récord y durante una jornada maratónica, a sólo un día de que termine el segundo periodo de sesiones, legisladores locales decidieron agilizar los trámites correspondientes para meter al orden del día, las disposiciones que aceptaron en medio de un zafarrancho con los asistentes.
Con diez votos a favor de los diputados priístas y panistas: Juan Alberto Valdivia Alvarado, Sandra Luz Elizarrarás Cardoso, Omar Zavala Agúndez, Marisela Ayala Elizalde, Ramón Alvarado Higuera, Jisela Paes Martínez, Dora Elda Oropeza Villalejo, Pablo Sergio Barrón Pinto, y cinco en contra del perredista Jesús Salvador Verdugo Ojeda; del Movimiento Ciudadano, Santos Rivas García; la independiente, Edith Aguilar Villavicencio; el panista, Luis Martín Perez Murrieta, y la integrante de Nueva Alianza, Guadalupe Olay Davis, se aprobó la minuta.
Jisela Paes Martínez, presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales y de Justicia, con un semblante cansado, dio la primera lectura, en medio de gritos de personas quienes con megáfono en mano la llamaban traidora y mentirosa.
Así, bajo una dinámica similar, Omar Zavala subió al planeo para hablar de las ventajas de la ley, pero los gritos de las izquierdas que le cantaban “chécate, mídete, muévete”, no dejaban oír su voz, en un recinto lleno de mantas que contenían adjetivos peyorativos hacia los integrantes del Congreso.
La relativa calma se rompió, cuando gente de la izquierda brincó el cerco de madera que divide el público de los diputados y quisieron tomar la tribuna para manifestarse; policías estatales entraron apresurados al lugar, y con empujones, jalones y gritos fueron sacando uno a uno de los hombres y mujeres, que habían violado la seguridad del sitio.
Ante los hechos, algunos diputados se aglutinaron arriba de la tribuna mientras pasaban los golpeteos y el desalojo de la zona.
Aunque la presidenta del Congreso, Adela Moreno González, llamó en reiteradas ocasiones al orden, el fervor de los asistentes imperó en el recinto, y continuaron las exclamaciones y encontronazos con los elementos de seguridad del gobierno del estado.
Papeles, camisas, vasos, y otro tipo de objetos eran arrojados a las curules, mientras Rosa Delia Cota Montaño, presidenta perredista, y su hermano, el ex gobernador, Leonel Cota Montaño, quienes alegaban albazo, se unían en un sólo grito a las exclamaciones de sus compañeros.
Al término de la sesión, policías formaron una gran valla a los diputados, que les permitió su salida del edificio; fueron escoltados hasta el estacionamiento, donde bloquearon a los manifestantes para que no tuvieran acercamiento a ellos.
