La Paz, Baja California Sur (BCS). El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha procesado recientemente los restos óseos hallados en las inmediaciones del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (CICIMAR-IPN) en Baja California Sur. El hallazgo fue denunciado el 13 de marzo y, desde entonces, los investigadores del INAH han iniciado el proceso de excavación e investigación de estos restos prehispánicos.
El sitio arqueológico El Conchalito, donde se encontraron los restos, es uno de los más importantes y emblemáticos de Baja California Sur. Este sitio, detallaron, tuvo una ocupación que abarca desde el 2300 a.C. hasta el 1700 d.C., lo que lo convierte en un lugar de gran interés histórico y cultural. Los investigadores del INAH están trabajando meticulosamente para preservar y estudiar los vestigios encontrados, que incluyen restos materiales de actividades funerarias, de pesca y caza, manufactura de herramientas, molienda, recolección de moluscos y consumo de alimentos.
La línea de costa y las dunas de Baja California Sur son áreas ricas en vestigios arqueológicos, donde se asentaron grupos indígenas como los guaycuras, pericúes y cochimíes. Estos grupos dejaron una gran cantidad de restos materiales que proporcionan información valiosa sobre sus modos de vida y prácticas culturales. El INAH ha registrado una presencia significativa de estos vestigios en la región, lo que subraya la importancia de proteger y conservar estos sitios históricos.
El INAH hace un llamado a la sociedad en general para que colabore en la protección y conservación de estos vestigios arqueológicos. La institución solicita que cualquier hallazgo de restos o vestigios sea notificado de inmediato para asegurar su adecuada preservación y estudio. La colaboración ciudadana es esencial para mantener la integridad de estos sitios y garantizar que la historia y cultura de los antiguos habitantes de Baja California Sur sean debidamente valoradas y comprendidas.
Entre los restos hay un cráneo, columna vertebral y extremidades que, según testigos, están distribuidos en 2 áreas de la playa, a unos 30 metros de distancia, los cuales se localizaron gracias a que el oleaje los expuso.