John Moreno registró como marca al pueblo El Pescadero, para desarrollo cerca de Tres Santos

La Paz, Baja California Sur (BCS). El 11 de diciembre del 2014, el representante de los pescadores inconformes de Punta Lobos, John Joseph Moreno Rutowski, a través de la empresa Arkel de Baja Sur S.de R.L. de C.V. solicitó el registro de la marca denominada Pueblo Pescadero, para un desarrollo inmobiliario que se ubicará a apenas 8.5 kilómetros del proyecto Tres Santos, con el cual ha protagonizado diversos encontronazos y bloqueos.

El registro de la marca de El Pescadero, obtenido el 22 de enero del 2016, se llevó a cabo por medio del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) bajo la clase 36, la cual contempla a empresas cuyos giros sean: “seguros, operaciones financieras, operaciones monetarias, negocios inmobiliarios”, según la Clasificación Internacional de Productos y Servicios de Niza, adoptada por el Gobierno de México, en esta materia.

El título de concesión fue entregado a Moreno Rutowski por un periodo de 10 años —vencerá el 22 de enero del 2026—, y durante este tiempo nadie podrá usar legalmente el nombre del pueblo sin su autorización; además, se podría renovar por otro periodo similar, si al final de este el interesado lo solicita.

También Moreno Rutowski, quien es parte e intermediario en el conflicto entre pescadores de Punta Lobos con Tres Santos, había intentado registrar esta misma marca, pero en la clase 42 (servicios científicos y tecnológicos, así como servicios de investigación y diseño en estos ámbitos; servicios de análisis e investigación industriales; diseño y desarrollo de equipos informáticos y de software), el 15 de julio del 2014; sin embargo, no continuó con el trámite tras recibir el nuevo registro a principios del 2016.

Pueblo Pescadero, proyecto inmobiliario con casas que superan los 4 millones de pesos en su valor

De acuerdo a su página oficial, el desarrollo Pueblo Pescadero, que está siendo vendido por Arkel de Baja Sur, empresa ligada de Moreno Rutowski, cuenta con 5 modelos de residencias, que tienen precios que van desde los 2.8 millones de pesos, hasta las que superan los 4 millones de pesos.

«Nuestro plan maestro consiste en 32 lotes individuales dentro de 1.5 hectáreas. El plano de subdivisión aprobado se basa en una estructura de condominios “horizontales», de tal manera que todos los propietarios tendrán un título legal”, se lee en la página del proyecto, que se ubica a escasos 8.5 kilómetros de Tres Santos, compañía que sería la competencia de su desarrollo, pues construirían viviendas con características similares.

Pueblo Pescadero ofrece 5 tipo de viviendas: la Casa Torote, con un valor de 2.8 millones de pesos; la Casa Colibrí, que cuesta cerca de 3 millones de pesos; la Casa Pitaya de 3.4 millones de pesos; la Casa Pedrito, de 3.66 millones de pesos; y la Casa Playa, la cual supera los 4.2 millones de pesos (los precios expuestos en el sitio están en dólares; el tipo de cambio usado para conversión fue de 18.8 pesos).

Pescadores se inconforman y exigen su salida del tema Tres Santos por conflicto de interés

Apenas, el pasado martes, durante una sesión ordinaria del Congreso del Estado, un grupo de pescadores originarios de Todos Santos y El Pescadero, encabezados por Francisco Orozco, pidieron a los diputados su intervención para detener el conflicto con la empresa Tres Santos y exigir la salida de John Joseph Moreno Rutowski, quien no es miembro de ninguna de las cooperativas y también tiene supuestos intereses inmobiliarios en la zona.

Según los inconformes, quienes se dicen víctimas de bloqueos para desempeñar su trabajo, por parte de sus compañeros pescadores que encabezan las manifestaciones contra Tres Santos, Moreno Rutowski les habría prometido 1 millón de pesos a los que mantienen el plantón.

«Dice que los representa, pero en una acción ilegal, se adjudican con un acta ilegal de una asamblea del 22 de enero, no es cierto, nosotros como cooperativa Punta Lobos no estamos de acuerdo, no es cierto, el acta que taren es falsa”, dijo Francisco Orozco, quien desconoce al empresario inmobiliario como su representante.