La Paz, Baja California Sur (BCS). El fenómeno de la venta de ambulantes en las playas de La Paz, ofreciendo desde hamacas hasta vasos de fruta, es relativamente nuevo, pero los paleteros acuáticos lo son aún más y la tendencia cada vez crece más en el gremio.
Nelson López Muñoz, que lleva trabajando tres años en la empresa de helados Nexty vendiendo bolis, paletas y sándwiches de nieve era un paletero tradicional, que rodaba por la tierra, pero un golpe de calor lo llevó al agua y se percató de que la vía acuática le volvía más sencilla la empresa, así que continuó vendiendo desde la orilla del mar.
“Cuando empecé a trabajar tenía yo un compañero que fue el primero que se metió al mar, y me decía ‘métete al mar, vas a vender más, vas a agarrar cura con la gente’, y yo lo juzgaba de loco; y ándale que un día que hacía más calor que otros yo andaba dándole así por la arena y me dio un cansancio, y dije ‘pues bueno, le voy a calar, nada pierdo’, y empecé a meter el carrito y al rato la gente me empezó a tomar fotos y se me empezó a acercar y, pues, la mera verdad sí me cansé menos”.
Según explica Nelson, en el agua el carrito de nieves “es más liviano”, además de que no se expone a “tanto calor” y “el producto se conserva más helado”, sin mencionar que es más atractivo para los clientes.
Las playas donde se ve un mayor número de paleteros acuáticos son Balandra y El Tecolote, pero a veces llegan a Pichilingue y a El Tesoro.
Pero hay que decirlo, los paleteros acuáticos tienen sus detractores, como don Julio, que ha empujado carretillas con bolis desde hace más de una década y le parece “ridículo” meterse al mar, “¿para qué me voy a mojar?”, insiste, y continúa sobre la arena, huyendo de las olas altas.
