La identidad sudcaliforniana, un proceso cambiante: investigadora

Rosa Elba Rodríguez Tomp habló de la relación del pasado con el presente de Baja California Sur
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La Paz, Baja California Sur (BCS).  La identidad y la cultura del sudcaliforniano durante el siglo XIX y XX, son estudiados por la doctora Rosa Elba Rodríguez Tomp, integrante del cuerpo académico de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS).

Orientada a la comunicación, cultura e identidad, la experta analiza las subjetividades de los individuos, escudriñando en los habitantes de la entidad y su búsqueda por encontrar una definición de ellos mismo.

“La identidad es un proceso, no una esencia, y la identidad sudcaliforniana ha ido cambiando ella misma a lo largo del tiempo, porque hay poblaciones que aportan y se reconocen como sudcalifornianos, y ellos, producen un cambio importante al sentirse propios”, expresó.

En el pasado, se avocó a la revisión a las costumbres de los indígenas de la región: una de las formas con las que empezó a desentrañar quién era o es el sudcaliforniano.

En su libro Los límites de la identidad, la maestra se enfoca únicamente a los grupos originarios de la península y como el español establece el nuevo discurso ante “el salvajismo” de los antecesores.

“Mi trabajo inicial identidad étnica de recolectores cazadores de la península de Baja California, pero me encontré lógicamente con la gente del XIX. Cómo lo percibía, gente reconocida en la historia e investigadores”, expuso.

El aceptar que etnias vivieron en la región, y que el vestigio de ellas, en su paso por la historia, son las grandes muestras pictóricas de hoy en día: pinturas rupestres. La aceptación, en la actualidad, es evidente; “es un pasado interesante y hay que mostrarlo”, sumándose como parte de la sociedad de BCS.

La tarea de la catedrática, ahora, se centró en investigar los fenómenos sociales que se generaron en la historia de la cultura más reciente. “Es algo así, como ellos vieron su historia en el siglo XIX y XX”, explicó.

“No referimos al individuo como partícipe del pasado histórico. El territorio siempre se sintió marginal, que en un ejercicio reclamó ser parte de la república mexicana”, dijo.

Recordó que algunos políticos  de entonces, escuchaban la creciente necesidad de ser reconocidos por el gobierno central, el cual, imponía a los gobernantes. Otros actores políticos sentían una forma de castigo llegar hasta la media península y, esto, creaba descontento entre los ciudadanos.


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