La Paz, Baja California Sur (BCS). Una denuncia más para el Hospital General de Zona #1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Esta vez se trata de los familiares de la señora Felícitas Rosas López, de 84 años de edad y derechohabiente de la institución, quien ingresó a urgencias el pasado 5 de mayo por un derrame cerebral y le pronosticaron un máximo de cuatro horas de vida, sin embargo luego cinco horas cobró el conocimiento y fue dada de alta al momento, a pesar de que iniciaban complicaciones médicas superiores que hoy la mantienen internada y con un pronóstico “malo para la función y la vida a corto plazo”.
La señora Rosas López, ocho días después de sufrir apoplejía, el 13 de mayo, vuelve al hospital por la inflamación de un ganglio en la zona submaxilar izquierda. El médico familiar, Jesús Joel Rojo Raygoza, la turna a “cirugía general” para realizarle una biopsia y descubrir el por qué de su absceso.
No es sino hasta el 23 de junio que le fue realizada la biopsia, aunque retornó a la sala de urgencias al menos 10 veces antes de la fecha con síntomas de dolor y asfixia. El mismo día que fue intervenida, la señora Felícitas Rosas sufrió una hemorragia digestiva y desde entonces permanece internada.
Martín Ureta Rosas y Martha Ureta Rosas, dos de sus nueve hijos, aseguran que los días de internamiento de su madre en la clínica uno del IMSS han sido más que complicados, pues la han mantenido en camas inadecuadas, habitaciones sin aire acondicionado y en el olvido. No fue sino hasta que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), bajo el expediente CNDH/062/2014, recibió sus quejas por maltrato, señalan, que su madre ha sido atendida mínimamente.
Hasta el día de hoy los familiares no reciben el resultado de la biopsia y lo único que les han indicado los médicos es que el padecimiento al que se enfrentan “no tiene nombre ni apellido”, sin embargo el doctor Carlos Campa Luque, protestan, da de alta a su madre el pasado 30 de julio por motivo de “mejoría”, no obstante “datos clínicos” formulados por él mismo que apuntan “carcinoma metastásico”.
Martín Ureta lamenta el “trato inhumano” que recibe su madre, a quien los médicos del IMSS han tratado “como si fuera un animal”, dice, pues “la quieren sacar a que se muera afuera” del hospital. El jefe de Medicina Interna de la clínica, Manuel Jerez, agrega el hijo de la señora Felícitas, les advirtió que de denunciar el caso ante los medios de comunicación él alegaría que la paciente ha sido abandonada por su familia, buscando dar un giro al caso.
El IMSS les ofrece operar a la señora Rosas López para conocer definitivamente la causa del padecimiento, sin embargo los médicos advierten que el resultado de la operación, sin otra posibilidad, afirman sus hijos, será la muerte. Hasta el día de hoy la señora permanece internada y completamente consciente, su familia no firmó el acta del alta.
Cabe recordar el caso de Marlene Vinalay Abarca, que luego de ingresar en octubre de 2013 a la misma clínica por un dolor abdominal, el día de hoy desfallece ante una hipoxia cerebral que la mantiene en estado vegetativo. A Marlene también han tratado de ofrecerle el alta, pero sus padres se han negado exigiendo a los médicos encargados de sus caso que se hagan responsables.
Y si no aceptan manejos ni diagnósticos ni terapéuticos entonces qué quieren? De quién recibe entonces más violencia la paciente?