La Paz, Baja California Sur (BCS).- “Todo lo que sea extra: bienvenido”, señaló Lorena Hinojosa Oliva, presidenta en BCS de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), al referirse a las ganancias que provoca la llegada de cruceros a La Paz, aunque confiesa que debido a la esporádico de las visitas y al tratarse de turistas que viajan con paquetes todo incluido, las ganancias totales no son significativas.
A diferencia de Los Cabos, en La Paz no se dejan “las grandes derramas”, señala Hinojosa Oliva, pues los visitantes “traen de todo y no se bajan a comer, a desayunar en forma”, pero no deja de haber beneficios inmediatos y a largo plazo, aclara, pues tiendas de suvenires se benefician en gran medida con la llegada de los cruceros y, si la ciudad les hace pasar un buen rato, los extranjeros seguro volverán y entonces sí contribuirán con una derrama económica importante.
Cabe recordar que en 2013, la entonces presidenta de la CANIRAC en La Paz, Marisela Aguilar Pelayo, aseguraba que las ventas derivadas por el arribo del crucero Stantendam eran conservadoras, apostándole, al igual que Hinojosa Oliva, al retorno de los cruceristas a la ciudad en un plan turístico distinto.
Este año, según datos de la CANIRAC BCS, la visita en febrero del Azamara Quest y a principios de marzo del Sapphire Princess significaron aumentos hasta en un 30% en las ventas del sector restaurantero, mientras los viajeros estuvieron en tierra.
