La Paz, Baja California Sur (BCS). “Lamentable que hayamos recurrido a un senador de otro estado “, declaró Juan Ángel Trasviña Aguilar, presidente de Medio Ambiente y Sociedad (MAS) luego del Punto de Acuerdo que el senador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, ingresó para solicitar a la Semarnat que cancele Los Cardones.
Ricardo Barroso Agramont, Carlos Mendoza Davis e Isaías Gonzáles Cuevas deberán, dijo, fijar una postura en torno al tema que consideró de vital importancia para la zona sur de la península de Baja California Sur.
También mencionó que estos legisladores federales deberían exigir la renuncia de Ninfa Salinas Sada, presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Senado por el conflicto de intereses el que pueda caer porque su papá, Ricardo Salinas Pliego, dueño de Grupo Salinas, aseguró, tienen acciones en el proyecto minero a cielo abierto Los Cardones de Grupo Invecture y Desarrollos Zapal SA de CV.
El canadiense Michael John Detmold Macphee es director general de Grupo Invecture, quien a su vez es miembro del Consejo Ejecutivo de Grupo Elektra.
El activista social dijo esperar que la reciente entrevista en la televisora Tv Azteca, en horario estelar y dedicada a hablar sobre cambio climático y medio ambiente, no sea la puerta para que Ricardo Barroso se convierta en el vocero de grandes proyectos mineros.
“Esperemos que no se tan tonto de hacerlo, sería su peor error. Aquí estamos hablando de 25 mil firmas en oposición a la minería, pues son 25 mil votos en contra él, o del político que se abra a favor de la minería”, precisó.
Las declaraciones se dieron en torno a la rueda de prensa al cumplir un mes el Plantón en Defensa del Agua y la Vida.
Pues debería este senador, si tanto le preocupa la contaminación, pelear con las grandes contaminaciones que hace Pemex a diario en su Estado, claro que allá lo mandan a chingar su madre porque se generan empleos y desarrollo, también hay mineras que no se haga pendejo y no venga darles más banderas a los pobres políticos sudcalifornianos que no tienen ya de dónde agarrarse para jalar gente.