La Paz, Baja California Sur (BCS). Al pedir una opinión del panorama delictivo que ocasionó una serie de asesinatos en la capital de Baja California Sur o acerca de avances de las investigaciones, el delegado de la Procuraduría General de la República (PGR), José Eduardo Peruyero Redondo, se negó.
“No les puedo decir absolutamente nada porque vamos bien: ¿no lo han notado?”, contestó a reporteros que lo cuestionaban.
El funcionario federal llegó a la capital de la entidad en julio de 2014, en sustitución de José Bernal justo unos meses antes a que se desatara la guerra entre organizaciones criminales que, al parecer, disputan el territorio para controlar el trasiego de estupefacientes.
“No voy a dar ninguna entrevista, porque estamos enviando boletines semanalmente. Yo creo que sí ¿no?”, añadió Peruyero Redondo.
El trabajo del representante de la justicia federal, en un periodo, destacó por la tardanza en la absorción de los expedientes que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) comenzó a indagar, argumentando que la dependencia estatal debería elaborar de manera eficaz las averiguaciones para que fueran tomadas por la instancia federal, es decir, comprobar si eran de alto impacto.