Pide Víctor Guluarte no entregar cuotas a líder de burócratas

El ex presidente municipal adelantó que inició trámites ante el Tribunal Burocrático para bloquear el ingreso de cuotas a las cuentas de Maximino Iglesias
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La Paz, Baja California Sur (BCS).- El conflicto con Maximino Iglesias Caro, líder estatal del sindicato de burócratas, no es personal, afirma el ex presidente municipal Víctor Guluarte Castro, hoy asesor jurídico del propio sindicato, asegurando que no ha sido notificado por ninguna demanda penal y que permanece comisionado al instituto laborista.

Guluarte Castro aseguró que tras sus manifestaciones no se encuentra el deseo de ser de nuevo líder sindical, sino simplemente hacer notar la inconformidad de hasta el 80% de los seis mil trabajadores de gobierno que acoge el sindicato, quienes no respaldan, sostuvo, la ampliación de periodo como dirigente de Iglesias Caro.

Según Víctor Guluarte, todo trato con Gobierno del Estado, Tribunal Superior de Justicia, Ayuntamientos y Congreso del Estado realizado después del 19 de abril, fecha en que terminó el periodo extendido de cinco años del actual líder estatal, “está afectado de nulidad”, por lo que cae en una omisión el gobernador Marcos Covarrubias Villaseñor y todos los funcionarios acrediten este liderazgo, dijo, pues legalmente no cuenta con sustento.

Así, el ex presidente de La Paz adelantó que ha solicitado al Tribunal Burocrático la suspensión en la “entrega de cuotas a Maximino Iglesias”, por “temor” a que utilice indebidamente los recursos.

“Voy a solicitar que de manera precautoria se suspenda la entrega de cuotas, en el caso de Maximino Iglesias, porque tenemos el temor de que disponga indebidamente de ese dinero […] Yo por eso prevení (sic) al gobernador del estado, como responsable de que se cumpla la ley en este estado, de que ese liderazgo había terminado el 19 de abril, y si el gobierno y los municipios siguen tomando acuerdos con Maximino, simple y sencillamente son acuerdos nulos”.

Así, Guluarte Castro insistió en que no se trata de un asunto de rivalidad política o personal, sino únicamente de cumplir la ley, indicó.

“No es personal, es algo mucho más grave. Se trata de unos dirigentes que quieren perpetuarse en el poder violentando los estatutos y violentando la ley […] Personalizan la situación, pero es una estrategia de desviar, de instalar una cortina de humo para que la gente no se dé cuenta de todo el desorden que tienen en el sindicato”.


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