La Paz, Baja California Sur (BCS). La asociación civil Esmas, presionó al XI Ayuntamiento de Los Cabos a solucionar la denuncia de un posible caso de abuso de poder de agentes de la Dirección General de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Municipal.
Presentaron la situación que experimentó Patricia Lara Marrón, quien denunció que su hijo Uriel Rodríguez fue detenido injustamente, golpeado, recibió amenazas y negligencia en el servicio.
Desde el 21 de abril de2014 ante la Unidad de la Visitaduria Interna de la Contraloría Municipal, la mujer interpuso un recurso con número de control UVI/037/2014. Los denunciados son los agentes Juan Enrique Ochoa, Eduardo Avendaño Romero, Miguel Eliasin Robles Calderón y Miguel Álvarez Rosas.
En la madrugada del domingo 20 de abril de 2014, Patricia Lara recibió una llamada. Del otro lado de la bocina nadie le respondía aunque el número registrado era el de su hijo. Quejidos y comunicaciones radiales de los oficiales la alertaron y se lanzó en plena madrugada en búsqueda de Uriel. Primero llegó a la comandancia ubicada en el centro de Cabo San Lucas para pedir información. No hubo respuesta y la enviaron a la Comandancia Los Cangrejos.
En barandilla le negaron de nuevo a su hijo. Le informaron que ahí no había nadie con el nombre de Uriel Rodríguez y regresó a prisa al centro policiaco del centro de Cabo San Lucas. A los quince minutos, una unidad arribó con Uriel esposado, con golpes visibles.
Uriel acusó a los policías de aplicarles electroshocks en los testículos y lo amagaron colocando una pistola en su boca. Por cinco horas fue torturado. Los elementos de la policía querían una explicación sobre una bolsa de mujer que supuestamente poseía el detenido.
“No entiendo porque motivo estos agentes actuaron con abuso de autoridad, prepotencia y negligencia en contra de mi hijo, así como no entiendo por qué motivo lo privaron de su libertad sin ningún motivo, negándome verlo”, consta en el documento filtrado por Esmas.
La organización manifestó que al presidente municipal de Los Cabos, José Antonio Agúndez Montaño y al director general de la corporación policiaca, Guillermo Marrón, “les tiembla la mano para destituir a estos delincuentes con placa”.
