Planean sacar unas 1,000 chivas montaraces de la isla Espíritu Santo, en La Paz

Una organización civil trabaja en la captura de chivos salvajes en esta Área Natural Protegida, mediante corrales en el que les brindan alimento para irlas domesticando; el proyecto incluye a varias dependencias de gobierno
Comparte esta noticia en:

La Paz, Baja California Sur (BCS). Con el apoyo de instituciones del Gobierno Federal, una organización civil trabaja desde hace meses en la isla Espíritu Santo, en La Paz, construyendo corrales en donde se coloca agua y alimento para las más de 1,000 chivas que la habitan, con el fin de que los caprinos se vayan amansando y posteriormente se puedan capturar para trasladados a diferentes zonas de Baja California Sur; se pretende erradicarlos de esta Área Natural Protegida, debido a que afectan la flora del lugar, causando desequilibrios en los ecosistemas.

El Sudcaliforniano publica que en este proyecto participan la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), la Junta Estatal de Sanidad Animal, la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), así como el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de La Paz; la idea es entregar ejemplares a ganaderos de BCS para que los integren a sus rebaños y se mezclen con el resto de la manada, aprovechando los genes desarrollados por estos animales que han estado durante largos periodos aislados y en condiciones extremas de sobrevivencia.

Se estima que en la isla hay más de 1,000 chivas, de una cifra que —se presume— llegó a ser de 5,000 en años anteriores, de rebaños que fueron asentándose luego de que hace más de 100 años fueran introducidas para su reproducción, sin el peligro de depredadores; sin embargo, luego de décadas de abandono y total aislamiento, los animales se adaptaron a las condiciones de lugar, soportando largas temporadas de sequías, tomando agua de mar y con una población en creciente aumento debido a la falta de depredadores, salvo algunas incursiones de pescadores ribereños que tenían en esa ganadería salvaje una fuente de proteína, se explica en el mismo medio.

“El primer intento de despoblar la isla de caprinos se llevó a cabo en el año 2005 cuando, a bordo de un helicóptero, un francotirador armando con un rifle de largo alcance sacrificaba desde el aire a las chivas a punta de balazos; esta matanza, conocida como “El Chivicidio”, fue ampliamente repudiada por la población, desde grupos ambientalistas hasta pescadores ribereños que tenían en estos animales una fuente de alimento en tiempos malos. Otro efecto que indignó fue el hecho de que las chivas muertas quedaron expuestas en el campo, atrayendo cantidades impresionantes de aves de rapiña que cubrieron la isla como una nube negra, causando fétidos olores y una fuente de contaminación para el entorno”, se cita en la fuente.

Con información de El Sudcaliforniano / Foto: Internet.


Comparte esta noticia en:
×