Presidenta de Los Cabos confiesa que quisieron chantajearla a cambio de sus derechos políticos

Armida Castro aseguró que le prometían celeridad a su caso en el Tribunal Electoral de BCS a cambio de favores, y así tener de regreso sus derechos partidarios
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Los Cabos, Baja California Sur (BCS). Al hablar sobre el proceso habilitación de sus derechos políticos en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), la alcaldesa de Los Cabos, Armida Castro Guzmán confesó que hubo algunos personajes que intentaron chantajearla e incluso involucraron a miembros del Tribunal Electoral de Baja California Sur.   

“Hubo quien llegó aquí a mi despejo y me dijo: mira tú carpeta le acaba de llegar a alguien cercano mío y en un día eh. Chantajeándome con su trabajo de su familiar muy cercano, yo le digo a mis compañeras no se vale que vengan a ofertar el trabajo de una mujer que le ha costado tanto trabajo”, expresó.  

La Presidenta Municipal añadió que también se acercaron personas a ofrecerle devolver sus derechos políticos a cambios de colocar a personas en determinados espacios, por lo que enfatizó que hace falta mucho valor para erradicar la violencia en la política.  

“Para erradicar la violencia se tiene que tener mucho, mucho valor, cuando hablamos de política. Cuando a mí me inhabilitan mis derechos, empecé a recibir cantidad de mensajes de, todos hombres […] yo les dije a mis compañeros, ni un peso y ni una llamada a nadie, vamos a esperar que nuestros abogados hagan su trabajo”, comentó  

De igual manera, recordó que la carpeta tenía 9 meses de iniciada, sin embargo, fue justo al iniciar el proceso electoral de Morena cuando resolvieron inhabilitar sus derechos: “resuelven inhabilitar los derechos de la única mujer en Baja California Sur (que) tiene posibilidades para competir en una encuesta para ser candidata a gobernadora”, dijo. 

Finalmente, Armida Castro narró que, tras conocer a la presidenta del Tribunal Estatal Electoral, Betsabé Dulcinea Apodaca, ella le pidió que no aceptará ningún chantaje, a lo que aseguró que no lo haría.  

“Llegó a esa oficina […] y dice […] ‘quiero pedirle que me ayuden a que respeten mi trabajo, que no acepte ningún chantaje’; ya teníamos como 2 semanas y le dije ‘tranquila, pienso igual que tú, así trabajo’ cuando tu trabajo termine quiero sentarme contigo y platicarte quienes han sido capaces, de la gente que te rodea, de decir que pueden influir sobre ti y tu trabajo”, declaró.  


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