Se desploman las ventas de «cuetes» esta navidad, en La Paz, a causa de las balaceras

Los que más se compran son las conocidas palomitas, las cebollitas y los buscapiés
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La Paz, Baja California Sur (BCS). El negocio de la venta de juegos pirotécnicos, o “cuetes”, ha sufrido una significativa baja este año, y los vendedores autorizados, que invierten fuertes cantidades para recuperar en esta temporada, culpan a la psicosis que han provocado los últimos tiroteos en la ciudad, donde han resultado más de 50 personas muertas, calculando que hasta el 22 de diciembre han vendido un 20% de lo que vendieron en 2013.

Sin embargo no todos los “cuetitos” son necesariamente explosiones, explican los dueños de Cohetería El Cachanilla, mostrando que también existen los que se basan en juegos de luces y que no emiten mayor sonido, como bengalas, cerillitos, crisantemos, arcoíris, y festivales, que han tomado popularidad estos días.

Los más solicitados entre los pequeños son las palomitas, que es el clásico “cuetito” triangular con una mecha, pero de menos de cinco centímetros por lado; las cebollitas, que asemejan una cebolla de cambray y al encenderse giran rápidamente lanzando chispas; el buscapiés, que es muy parecido a la cebollita, pero de mayor tamaño, y no se limita a girar, sino que emprende erráticos viajes a gran velocidad; las varitas, pequeños cohetes que se sostienen de una larga cola de madera que se entierra al suelo, y al ser encendidos salen disparados al cielo dejando un recorrido de luces amarillas; y la clásica bengala, que se trata de un show de fuegos artificiales al alcance de la mano.

Por otra parte, entre los adultos los juegos pirotécnicos más populares son tres, el cherry boom, un fuerte explosivo en forma cilíndrica que tiene una mecha imposible de apagar, incluso bajo el agua, una vez que lo has encendido, es momento de correr, por lo que se recomienda siempre prenderlo en el suelo y jamás en las manos; la “big dove”, o paloma, igual a las palomitas, pero con dimensiones triplicadas; y el oro araña, un kit de cohetes que explotan en el cielo dejando una intensa lluvia de fulgores de oro.

Y para aquellos que gustan de disparar en año nuevo, las coheterías tienen una opción segura para evitar esa práctica, los truenos y las bazookas, que son paquetes de doce cohetes que se encienden uno tras otro apuntando hacia las estrellas y que generan un estruendo similar al de un disparo, en el caso de los truenos, y en el caso de las bazookas son acompañados por luces.

Cohetería El Cachanilla emite nueve recomendaciones para que estos festejos decembrinos sean seguros con “cuetitos”: 1. Cumpla las leyes, use el sentido común y utilice las instrucciones que cada juego pirotécnico incluye; 2. El uso de estos juguetes exige la supervisión constante de un adulto; 3. No encienda cohetes bajo el influjo de alcohol o fármacos; 4. No se guarden en las bolsas de su ropa o un artículo pegado al cuerpo; 5. Evite a toda costa el contacto con material combustible, así como con tanques de gas o debajo de vehículos; 6. Para mayor seguridad, utilice estos juguetes al aire libre, lejos de cualquier material que pueda quemarse; 7. Utilícelos en un horario apto para toda la familia; 8. Encienda los fuegos artificiales uno a la vez, en el suelo y nunca en la mano; 9. El almacenar y comercializar material pirotécnico sin permiso es un delito federal.

Cohetería El Cachanilla cuenta con cinco sucursales en La Paz, una en el kilómetro 10 en la carretera a Los Planes, otra el kilómetro dos hacia Agua Escondida, una más en Pino Payas y Francisco J. Mújica, en la colonia Tabachines y en Chametla; sus horarios son de 9 de la mañana a 10 de la noche, y los días 24 y 31 de diciembre permanecerán hasta la media noche.


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