La Paz, Baja California Sur (BCS). El representante de las empresas de Luz, Sonidos y Escenarios, Gilberto Romero Murillo mencionó que, el alcalde de La Paz, Rubén Muñoz Álvarez no les ha pagado en su totalidad sus servicios por ambientar el Carnaval La Paz 2020 e incluso expuso que ya murió uno de ellos por COVID-19 esperando dicha liquidación; asimismo, destacó que 60 familias dependen de tal adeudo.
“Lamentablemente fue mi hermano habiendo participado en la manifestación de junio falleció por cuestión de COVID, mi hermano se llamaba Antonio Navarro Murillo y estaba siendo las gestiones para el pago, en este caso a mí me corresponde seguir, a él le deben 350,000 pesos desde el 2019 y yo he venido a hacer las gestiones con el Tesorero. 60 familias dependen de este gremio”, expresó.
En este sentido, explicó que todavía quedan pendientes 1’200,000 pesos de los 2’200,000 de pesos, por lo que se han manifestado en 2 ocasiones, sin embargo, dijo que en la primera manifestación que se dio en el mes de junio se cumplieron los primeros pagos acordados, pero después no hubo respuesta.
“El monto total ascendió a aproximadamente sobre los 2’200,000 pesos; anteriormente hicimos una manifestación los primeros días del mes de junio, se dieron los primeros acuerdos para ver un pago escalonado y programado, lamentablemente no hubo la respuesta y nos vemos en la necesidad de hacer una manifestación pública y dar a conocer a la población que hemos puesto nuestro mejor empeño en el Carnaval”, enfatizó.
Por lo anterior, refirió que seguirán protestando con música hasta que el Edil les cumpla, con sonido cada vez más fuerte hasta ejercer presión al Alcalde y con ello cumpla su compromiso de pagarles por su labor en la máxima celebración de los paceños.
“Si el día de hoy no nos escuchan nosotros seguiremos en pie de lucha para que nos escuchen y nos paguen, pedimos que nos entiendan, que nos ayuden; yo creo que a unos días de cumplir un año del Carnaval es inconsistente que no haya liquidado”, indicó.
Finalmente, solicitó a las autoridades ser sensibles debido a que les es difícil solventar la situación de la pandemia al estar suspendidos los eventos sociales y fiestas donde se encuentra su mayor fuente de trabajo.