La Paz, Baja California Sur (BCS). El Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, presidida por el senador del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) Napoleón Gómez Urrutia, se quedó con la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo de la Minera El Boleo de Santa Rosalía; también controla los sindicatos de las empresas yeseras COMSA, CAOPAS de Isla San Marcos y Santa Rosalía, así como la de fertilizantes Rofomex de San Juan de la Costa.
El sindicato que queda es el de la Exportadora de Sal de Guerrero Negro, aunque no se trata de una actividad propiamente minera, sino de cultivo y cosecha; en este caso, la titularidad del contrato colectivo lo tiene la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (Croc), liderado por el diputado federal Isaías González Cuevas.
Baja California Sur ocupa el primer lugar nacional en producción de sal, yeso y fosforita, el cuarto sitio en cobre; la planta que produce fosforita se encuentra a 46 kilómetros de La Paz, el resto están en Mulegé, según Panorama Minero de Baja California Sur.
El dirigente sindical en El Boleo, Tomás Hernández informó que días atrás se llevó a cabo la elección del Comité 329 que representará a los obreros de esa mina de cobre, quedando al frente Martín Campos, situación que será anunciada en próximas fechas.
El proceso tardó más de un año y la votación del recuento con el que los trabajadores decidieron afiliarse al sindicato minero se ganó el 20 de septiembre de 2018, no obstante, debido a “trabas” por el gobierno federal anterior, el proceso se demoró, explico.
Desde el 2016, los trabajadores de El Boleo solicitaron al dirigente nacional Napoleón Gómez su adhesión al sindicato, debido a que no se sentían atendidos por la organización que los representaba, añadió Tomás Hernández.
Finalmente, una vez que el sindicato minero se ha quedado con el contrato colectivo de las principales mineras en Baja California Sur, su membrecía ronda los casi 3,000 afiliados.
Con información de Elías Medina/ El Sudcaliforniano
