La Paz, Baja California Sur (BCS). Cuando el abogado, Salvador Elías Reyes Santos, acompañaba a un ingeniero y otra persona para hacer el levantamiento topografía de un terreno de 3,500 hectáreas en el poblado Las Tablitas, un par de personas les cerraron el paso en la brecha. Se bajaron y comenzaron a gritar: “no se bajen hijos de su puta madre”.
El licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Sinaloa llegó a La Paz para realizar una serie de trámites ante las instancias correspondientes. Tenía que conseguir que los dueños del predio finalicen su proceso de escrituración.
“El polígono contempla muchas colonias y ranchos, tengo la escritura desde 1960 y está registrada. Ellos creían terreno nacional, y el municipio solicita a Sedatu la solicitud para poder regularizar, pero le avisaron que hay dueño”, agregó.
El día transcurrió con tranquilidad. Sin nada fuera de lo normal hasta que se percataron del pick up que los interceptó. Como ya había trabajado en Tijuana, Baja California o en Mazatlán, Sinaloa, el acusante pensó que lo iban a secuestrar, o quizá, hasta matar.
“Veníamos de una mojonera, bajamos de un cerro y veníamos cargando equipo topográfico, por un bordo construido por Conagua. No hay mucho tránsito por ahí. Un pick up con dos personas llegó y nos dijeron: ‘no se bajen jijos de su puta madre’. El ingeniero que es mayor de edad les dice: ¿Qué se les ofrece jóvenes?’, y ellos insistieron: ‘no se bajen hijos de su puta madre o los chingo’”, narró para BCS Noticias.
En eso, a lo lejos, dos vehículos se aproximaban. “Ahí viene el jefe”, comentó uno de ellos mientras se estacionaban en el alejado sendero. Para fortuna de Salvador, un camión pasó por el maltrecho camino y ocupaba salir. Se movieron. Entonces, el temeroso abogado sugirió a sus acompañantes que se hicieran notar con el conductor unidad de carga, por si desaparecían.
“Estuvieron 40 minutos, pero no nos golpearon. Se dieron cuenta que hable por teléfono, C4, en atención ciudadana, ahí está mi llamada. Tengo fotografías: me amenazaron de muerte”, afirmó.
Uno de los compañeros de Salvador reconoció a dos de los individuos que llegaron después que los policías: Pedro Vargas y Martin Hirales. Ambos personajes, al parecer, están relacionados con otros predios de los alrededores.
“Me privaron de mi libertad junto con un fotógrafo y un ayudante en el bordo que coloco la Conagua en el poblado las Tablitas. Ya interpuse mi formal denuncia ante el Agente del Ministerio Público (LPZ/727/AMP5/2014) y queja ante la Contraloría Interna de la PGJE, esto, por el motivo de que llegaron dos oficiales de la Policía Ministerial abordo de la unidad patrulla número 88, y no se atrevieron a asegurarlos a pesar de que les manifesté que momentos antes nos amenazaron de muerte”, dijo.
